martes, 10 de mayo de 2022

TODOS TENEMOS UN PASADO - 48 - jorge peres

 


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.     Cabizbajo, y casi en choque, Vlad se arrastraba, literalmente, por entre las calles destrozadas de Leningrado … miraba a la derecha … a la izquierda … el mismo paisaje … edificios derrumbados … llenos de huecos y señales de combates … los feroces combates entre los rusos y los invasores mandados por Hitler … y el olor … ufff … olor a muerte …

    Apoyado por un bastón de madera, Vlad iba avanzando lentamente dejando pasear por sus ojos vidriados memorias de una vida sufrida y casi sin sentido ni objetivos … la guerra … la política sucia … y los golpes palaciegos siempre habían acompañado su familia …

    Su padre fue cocinero personal de Lenin y más tarde de Stalin … una vez le ha preguntado como había aguantado trabajar para dos tiranos y vivir para contarlo al que él le había contestado sonriendo ... siendo invisible y hablando poco … era un hombre muy lúcido … un día le sentó en sus rodillas y le ha dicho: “--- Mi querido hijo, Rusia siempre estará en guerra … dentro o fuera … por eso, si quieres una carrera de futuro escoge la vida militar … tendrás trabajo para toda la vida … “

    Le hizo caso … pero quise el destino que su camino fuera el mar … empezara por la marina, se dedicó a los submarinos y, cuando supo que los nazis estaban llegando a Leningrado pidió para estar ahí, en tierra, defendiendo su ciudad … quiso la mala suerte que fuera herido con gravedad en el primero día … por eso ahora se arrastraba apoyado … sus padres estaban muertos … su suegra fue asesinada por los invasores … sus hermanos los mandaron al frente en los primeros días de guerra … no ha vuelto a saber de ellos … su vida ahora mismo era su mujer … María … su amor … le dio dos hijos … Viktor y Albert … pero la muerte los llevó muy chiquillos … ahora María estaba de nuevo embarazada … y aquél era el panorama …

    Hoy saliera muy pronto, como todos los días … le costaba dormir … cuando volvió María no estaba en casa … pensó que habría ido a la fabrica donde trabajaba … pero se escuchaban varios disparos y explosiones que parecían venir de esa dirección … ahí intentaba llegar … penosamente …

    Se fue acercando de un grupo de militares qe recogían cuerpos sin vida esparcidos por el suelo … por un y otro lado de la calle … que triste … … se acercó más …

    Fue entonces que algo llamó su atención … una pierna … se veía por debajo de otros cuerpos y un montón de escombros … al final de la pierna se veía un zapato … aquél zapato le era familiar … María tenía unos iguales … reaccionó … se dejó caer de rodillas y empezó a quitar piedras gritando … MARÍA !!! MARÍA!!!

Apártese señor! — eran dos soldados …

Es mi esposa … necesito sacarla …

Apártese señor! Nosotros nos encargamos …

Nadie va a tocar a mi esposa … — se puso de pie …

    No le amedrantaron las dos kalashnikova que le apuntaban los soldados

Que queréis? Matarme?!!! Hacerlo !! Vamos !! — cogió el cano del fusil más cerca y los puso entre sus ojos … miró al soldado — Vamos … dispara de una vez … no me interesa vivir más !!!

Alto! — la voz venía de un oficial que se acercaba — que pasa aquí?

Este hombre no obedece al orden de retirarse.

Tu quien eres ? — se dirigía a Vlad — Tienes papeles?

    Sacó de una libreta rojo oscura y la pasó para sus manos … era del NKVD … el oficial se puso en sentido inmediatamente.

Camarada. Pido perdón. Soldados, bajen las armas … respecto … estáis delante de un héroe, militar y herido en combate. Que puedo hacer por usted, camarada ? …

    Vlad apuntó aquél pie …

Es mi mujer … me la querían llevar … la enterraré yo mismo …

Soldado! Acerque una pequeña carreta y ayude este camarada a recoger el cuerpo de su esposa.

    En pocos minutos Vlad empurraba, a costo, un carro de mano con el cuerpo magullado e inerte de María … consiguió llegar a casa … ahí cerró la puerta y se dejó caer en el suelo abrazando aquél cuerpo …

María! Mi amada María! Cuanto te amo!

    De sus ojos brotaban lagrimas en abundancia … miró el techo … abrió los pulmones y gritó:

NOOOOOOOOOOOOOOOO!

    Entonces, ocurrió el inesperado … María tusió … Vlad la miró de boca abierta …

— María! María! — quitó el abrigo lo enrolló y lo colocó debajo de su cabeza al modo de almohada … — María! Estás viva! María … …

    Poquito a poco ella fue abriendo lo ojos … le miró … intentó un esbozo de sonrisa …

Vlad!

Estoy aquí, amor mío … Que te ha pasado?

No lo sé … iba para la fabrica, con otra gente … una bomba impactó con un edificio y este se ha venido abajo … nos cayó en cima … no me acuerdo de nada más … como me has encontrado?!!!

No importa cariño … estás en casa … eso es lo importante … — le acarició la barriga … estaría todo bien?!!!!

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.     En los días siguientes decidieron que ella no saldría de casa … Andréi, uno amigo de ellos y medico, confirmó que todo estaba bien con el embarazo …

    Tres meses más tarde María dio a la luz en casa … todo pasó iluminado por unas velas …

Que lindo es nuestro hijo, María … Solo entonces supieron que era un niño …

    Como cualquier madre ella miraba aquél pequeño con autentica devoción …

Como le vamos a llamar?

Me gustaría que tuviese tu nombre Vlad … si nos es por ti no estaríamos vivos … ni yo ni él …

Vale … pero también tendrá el tuyo, María Putina . 

Entonces está decidido … se llamará VLADIMIR VLADIMIROVICH PUTIN.

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.                                                       fin

domingo, 1 de mayo de 2022

UN SILENCIO ABSOLUTO - jorge peres

 



.                              SILENCIO ABSOLUTO

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.     Mara miraba fijamente la pared blanca … ese era su mundo desde hace dos semanas … según su abogado ese sería su futuro los siguientes 20 años … al menos eso escuchara de su boca … la considerarían culpable … responsable por la muerte de un niño de cuatro años y medio … el hijo de los dueños de la casa donde trabajaba como interna … de nada solucionó haber gritado a pleno pulmón su inocencia.

    Elena, la madre del niño, estaba segura de que había sido ella … consiguió convencer todo el mundo …

    Mara no era una persona propiamente simpática … nadie la ha defendido … nadie la ha creído … todo fue muy rápido … antes del funeral la detuvieron preventivamente y, en dos semanas, se apuntó el juicio …

    Intentaba hacerse a la idea de como pequeño iría a ser su mundo …

    Se sentía en blanco …

— Prepárate … es la hora … tenemos que irnos …

    Era una de las guardias de la prisión … ella estaba lista … otra cosa era si estaba preparada …

    El recorrido hasta el Tribunal se hizo en silencio … al salir del furgón policial mucha gente limitaban el acceso a un estrecho pasillo … pero era como se estuviese viendo una película en cámara lenta … ni la molestaron demasiado los gritos de la multitud … le llamaron de todo menos bonita … “asesina” … “hija de p...” … ni los miró siquiera …

    Entró … se sentó donde le indicaron … del otro lado unos ojos se cruzaron con los suyos … ahí estaba Elena, toda de negro …

    Curiosamente, Mara no sintió odio en esa mirada … sería tan solo una sensación … pensó …

    Elena fue la primera persona a ser llamada al estrado …

    Mara seguía en modo ausente …

Identifíquese … — la voz del juez era firme pero no agresiva …

Soy Elena Macedo, la madre del pequeño Tomás.

Y usted afirma, sin dudar, que aquí en esta sala está la persona responsable por la muerte de su hijo?

    Se hizo silencio, algo que sorprendió a todos … empezando por el juez …

Doña Elena, me está escuchando?

Si, señor … pero no puedo estar totalmente segura …

Cambió de opinión?

Señor juez … no tengo pruebas … las cámaras de video no funcionan desde hace muchos años … y, pensándolo bien … no veo a Mara capaz de un acto así tan violento … lo que yo he dicho hace dos semanas fue fruto del desespero … acababa de perder a mi niño … hoy creo que ha sido un accidente … un infeliz accidente del que no hay vuelta atrás …

Ese su cambio da un vuelto de tuerca a todo esto … Sabe que así la acusada saldrá en libertad …

Lo sé, señor …

Y dígame … está usted en condiciones de recibir de nuevo en su casa a la mujer que está ahí sentada y permitir que siga trabajando para su familia?

Por mi si … si ella quiere ... y me perdona …

    Mara sintió las miradas en su dirección … no se creía lo que estaba pasando … instintivamente movió su cabeza afirmativamente …

    Todo fue muy rápido … en pocas horas entraban las dos en casa … ya era de noche …

Tienes hambre, Mara?

Si … voy hacer algo …

No te preocupes … pedí comida del restaurante chino … está en la nevera … la voy a calentar un poco …

Voy, doña Elena.

No, voy yo … te importa se te invito a comer conmigo en el salón? Carlos no está y no me apetece comer sola. Puedes abrir un vino?

    Tomó el silencio de Mara por un si …

    Esta se quedó sola en el salón, abrió una botella mientras pensaba en todo lo raro estaba pasando … hace unas horas estaba arrestada … acusada de asesinato … y ahora … allí …

    En media hora estaban las dos sentadas … comiendo … en silencio …

Te importa que ponga la tele, Mara?

Claro que no, doña Elena … esta es su casa …

    Elena cogió el mando y lo apuntó a la pantalla … pero … no fue ninguno canal de televisión lo que apareció …

    A Mara le llevó alguno tiempo comprender lo que estaban viendo … pasado pocos minutos reconoció … era el pasillo de la primera planta …

    Parecía un pantallazo, pero de repente hubo un movimiento … se vio como el pequeño Tomás subía la escalera … entró en la habitación pero luego dio un paso atrás … una figura femenina … desnuda … apareció desde dentro … cogió el niño y lo lanzó contra la pared del pasillo … el niño intentó levantarse pero la mujer lo volvió a coger y lo lanzó en dirección de las escaleras … por ahí desapareció Tomás … la figura femenina lanzó una mirada en dirección a la camera … era Mara …  se veía muy enfadada y volvió a entrar en la habitación cerrando la puerta …

Pensaba que las cámaras estaban desactivadas …

Si … no eras la única … pero tranquila … sigue mirando la pantalla …

    Después de algunos minutos de inactividad la puerta de la habitación se volvió a abrir y salió Carlos. El padre de Tomas … el marido de Elena … apretándose el cinturón de los pantalones …

Supongo que Carlos tampoco sabía que las cámaras estaban activadas …

La verdad es que no …

Y sabiendo todo esto has impedido que yo entrase en prisión? Porqué?

Bueno … sé como funciona ese mundo … ahí no durarías mucho y tu muerte, en esas circunstancias, en nada iría atenuar mi dolor …

No comprendo … !!!

Pronto irás a comprender — miró el reloj.

    En ese momento Mara empezó a toser … le faltaba el aire … miraba a Elena y su aire risueño la hizo comprender …

No te servirá de nada luchar … el veneno es rápido y, en media hora desaparecerá de tu cuerpo …

    Mara llevó sus manos al pecho … intentó, en vano, retener la vida … una vida que la abandonó en pocos minutos …

    Elena la miró con un aire tranquilo … su venganza estaba casi completa …

El timbre del teléfono cortó el silencio …

Doña Elena Macedo?

Si. Soy yo …

Somos de la policía local … lamentamos tener que informarla que su marido, Carlos Macedo ha tenido un grave accidente con su coche … no ha sobrevivido … Puede usted desplazarse a la comisaría de Manuel del Valle?

Claro. Voy en seguida.

    Todavía con el móvil en la mano Elena miró el mueble del salón donde estaban las herramientas con que había cortado los frenos del coche de su marido …

    Miró el cuerpo inerte de Mara, en el suelo … ahora si … su venganza estaba completa … su hijo, Tomás, podía descansar en paz …

    Fue cuando sintió un fuerte dolor en el estomago … era tan intenso que cayó de rodillas …

    Instintivamente miró el vaso de su vino … se notaba un poco de un polvo en el vaso …

---Hija de p … — cuando se quedó en el suelo su cara casi tocaba la de Mara …

    Poquito a poco el silencio volvió a la casa …

                                        … un silencio absoluto



                                        fin