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. TODOS TENEMOS UN PASADO
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. Cabizbajo, y casi en choque, Vlad se arrastraba, literalmente, por entre las calles destrozadas de Leningrado … miraba a la derecha … a la izquierda … el mismo paisaje … edificios derrumbados … llenos de huecos y señales de combates … los feroces combates entre los rusos y los invasores mandados por Hitler … y el olor … ufff … olor a muerte …
Apoyado por un bastón de madera, Vlad iba avanzando lentamente dejando pasear por sus ojos vidriados memorias de una vida sufrida y casi sin sentido ni objetivos … la guerra … la política sucia … y los golpes palaciegos siempre habían acompañado su familia …
Su padre fue cocinero personal de Lenin y más tarde de Stalin … una vez le ha preguntado como había aguantado trabajar para dos tiranos y vivir para contarlo al que él le había contestado sonriendo ... siendo invisible y hablando poco … era un hombre muy lúcido … un día le sentó en sus rodillas y le ha dicho: “--- Mi querido hijo, Rusia siempre estará en guerra … dentro o fuera … por eso, si quieres una carrera de futuro escoge la vida militar … tendrás trabajo para toda la vida … “
Le hizo caso … pero quise el destino que su camino fuera el mar … empezara por la marina, se dedicó a los submarinos y, cuando supo que los nazis estaban llegando a Leningrado pidió para estar ahí, en tierra, defendiendo su ciudad … quiso la mala suerte que fuera herido con gravedad en el primero día … por eso ahora se arrastraba apoyado … sus padres estaban muertos … su suegra fue asesinada por los invasores … sus hermanos los mandaron al frente en los primeros días de guerra … no ha vuelto a saber de ellos … su vida ahora mismo era su mujer … María … su amor … le dio dos hijos … Viktor y Albert … pero la muerte los llevó muy chiquillos … ahora María estaba de nuevo embarazada … y aquél era el panorama …
Hoy saliera muy pronto, como todos los días … le costaba dormir … cuando volvió María no estaba en casa … pensó que habría ido a la fabrica donde trabajaba … pero se escuchaban varios disparos y explosiones que parecían venir de esa dirección … ahí intentaba llegar … penosamente …
Se fue acercando de un grupo de militares qe recogían cuerpos sin vida esparcidos por el suelo … por un y otro lado de la calle … que triste … … se acercó más …
Fue entonces que algo llamó su atención … una pierna … se veía por debajo de otros cuerpos y un montón de escombros … al final de la pierna se veía un zapato … aquél zapato le era familiar … María tenía unos iguales … reaccionó … se dejó caer de rodillas y empezó a quitar piedras gritando … MARÍA !!! MARÍA!!!
— Apártese señor! — eran dos soldados …
— Es mi esposa … necesito sacarla …
— Apártese señor! Nosotros nos encargamos …
— Nadie va a tocar a mi esposa … — se puso de pie …
No le amedrantaron las dos kalashnikova que le apuntaban los soldados
— Que queréis? Matarme?!!! Hacerlo !! Vamos !! — cogió el cano del fusil más cerca y los puso entre sus ojos … miró al soldado — Vamos … dispara de una vez … no me interesa vivir más !!!
— Alto! — la voz venía de un oficial que se acercaba — que pasa aquí?
— Este hombre no obedece al orden de retirarse.
— Tu quien eres ? — se dirigía a Vlad — Tienes papeles?
Sacó de una libreta rojo oscura y la pasó para sus manos … era del NKVD … el oficial se puso en sentido inmediatamente.
— Camarada. Pido perdón. Soldados, bajen las armas … respecto … estáis delante de un héroe, militar y herido en combate. Que puedo hacer por usted, camarada ? …
Vlad apuntó aquél pie …
— Es mi mujer … me la querían llevar … la enterraré yo mismo …
— Soldado! Acerque una pequeña carreta y ayude este camarada a recoger el cuerpo de su esposa.
En pocos minutos Vlad empurraba, a costo, un carro de mano con el cuerpo magullado e inerte de María … consiguió llegar a casa … ahí cerró la puerta y se dejó caer en el suelo abrazando aquél cuerpo …
— María! Mi amada María! Cuanto te amo!
De sus ojos brotaban lagrimas en abundancia … miró el techo … abrió los pulmones y gritó:
— NOOOOOOOOOOOOOOOO!
Entonces, ocurrió el inesperado … María tusió … Vlad la miró de boca abierta …
— María! María! — quitó el abrigo lo enrolló y lo colocó debajo de su cabeza al modo de almohada … — María! Estás viva! María … …
Poquito a poco ella fue abriendo lo ojos … le miró … intentó un esbozo de sonrisa …
— Vlad!
— Estoy aquí, amor mío … Que te ha pasado?
— No lo sé … iba para la fabrica, con otra gente … una bomba impactó con un edificio y este se ha venido abajo … nos cayó en cima … no me acuerdo de nada más … como me has encontrado?!!!
— No importa cariño … estás en casa … eso es lo importante … — le acarició la barriga … estaría todo bien?!!!!
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. En los días siguientes decidieron que ella no saldría de casa … Andréi, uno amigo de ellos y medico, confirmó que todo estaba bien con el embarazo …
Tres meses más tarde María dio a la luz en casa … todo pasó iluminado por unas velas …
— Que lindo es nuestro hijo, María … Solo entonces supieron que era un niño …
Como cualquier madre ella miraba aquél pequeño con autentica devoción …
— Como le vamos a llamar?
— Me gustaría que tuviese tu nombre Vlad … si nos es por ti no estaríamos vivos … ni yo ni él …
— Vale … pero también tendrá el tuyo, María Putina .
— Entonces está decidido … se llamará VLADIMIR VLADIMIROVICH PUTIN.
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. fin