martes, 13 de septiembre de 2022

ORGULLO SOMBRÍO - jorge peres

 

.                              ORGULLO TARDÍO

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    Miró el calendario mientras desayunaba … el folio, clavado en la pared, marcaba el 19 de abril de 1992.

    Rafael comía su tostada con jamón y aceite … un placer del que disfrutaba en cada mordisco …

    Su esposa ya había salido para el trabajo … él se preparaba para afrontar su primer día de vacaciones … también miraba con expectativa la inauguración de la Expo … sería al día siguiente.

    Ya estaba terminando de recoger y limpiar la cocina cuando sonó el timbre.

    Miró el reloj … poco pasaba de las 10 de la mañana … quien sería tan pronto?!

    Era Marcelino, un viejo amigo.

    Aunque mayor que Rafael, Marcelino ya iba por los 70, llevaban años de amistad y, se podría decir, que de alguna manera, eran hasta confidentes.

Entra Marcelino. Que hace un jubilado fuera de la cama a estas horas? Muy pronto, no?!

Necesito hablar contigo — el tono era serio.

Vale … siéntate y cuentame.

    Pasaron al salón y al sofá.

    Marcelino manifestaba algún nerviosismo … le costaba empezar ...

Mira … Yo sé que es un tema que a ti no te gusta …

Sea lo que sea, tranquilo … suelta.

Vengo hablarte de tu padre.

    La cara de Rafael cambió … se quedó más sombría … cerrada …

Ya sabes que no quiero hablar de ese señor.

Espera, Rafa … sabes que no te sacaría el tema si no fuese importante …

    La relación de Rafael con su padre era nula. Su decepción, como hijo, fue aumentando en la medida que iba conociendo el historial de la figura paterna …

    Juan de Gárfia, era un hombre descendiente de una noble familia sevillana. El levantamiento del 36 le pilló con 31 años recién cumplidos. Toda la familia apoyó a Franco, cosa que desagradaba profundamente a Rafael, nacido mucho después y conocido por sus tendencias políticas de izquierda. Desde muy joven que recusaba a presentarse con el apellido de su padre … lo conocían como Rafael, a secas. o, Rafael Domínguez, el de su madre, a quien la muerte había llevado, era él muy pequeño. Se había independizado a los 19 años al irse a vivir con su novia de la infancia con quien se terminó casando 3 años después. Con su padre mantuvo el contacto mínimo … cumpleaños y navidades.

    Más tarde descubrió nuevos datos de él, durante la guerra civil.

    Le cayó en las manos una foto, sacada en el Ayuntamiento de Sevilla, fechada del 1938 … lado a lado … su padre … de uniforme militar … y … … Quepo de Llano … … entonces tomó la decisión de cortar radicalmente el contacto … cero de cero.

Sinceramente, Marcelino … no me interesa saber nada de mi padre … Lo tengo claro.

Rafa … espera … … tu padre fue ingresado esta noche en urgencias del Virgen de Macarena … está muy mal … sabes que tiene 87 años … … los médicos dicen que tienen solo para horas …

    Rafael se mantuvo algunos minutos en silencio …

Lo siento por él … para mi ha muerto ya hace mucho.

Y si estuvieses equivocado?

    Rafael hizo un movimiento de sorpresa …

Equivocado?! Yo ?! Marcelino, hablamos de un miembro de la dictadura … un fascista activo … amigo del “carnicero de Sevilla” lógicamente, un hombre con las manos manchadas de sangre … me avergüenza … no puedo tener nada que ver con una persona así!

No siempre las cosas son lo que parecen, amigo mío …

Tengo una foto, Marcelino.

Una foto de un capitán al lado de su general.

Muy claro … No!!!??

Rafael … tu padre te escribió una carta hace unos años … me la entregó con instrucciones para que te la ponga en manos cuando ya no esté … pero siento que tengo que dártela antes … ahora …

Una carta ?!!!

Si. Solo te pido que la leas … por favor … lo harás ?

    Mientras hablaba, sacó del bolsillo de su abrigo, un sobre y lo dejó en cima de la pequeña mesa que estaba cerca del sofá.

    Hubo unos momentos de duda …

Por favor, Rafa …

    Rafael abrió la carta …


                “ - - - Querido hijo :

    Si estás leyendo esta misiva es porque ya no estoy en el mismo mundo que tu …

    Sé que estás muy decepcionado conmigo … te comprendo … yo, con la información que tu tienes … pensaría igual …

    Ahora ya te puedo contar algo que no me arriesgaba que fuese de tu conocimiento antes de hoy.

    Cuando en 1936 empezó el levantamiento toda nuestra familia lo apoyó. Me alisté en el bando de los nacionales y lo hice convencido de que era necesario un cambio … inicialmente nadie pensaba en una guerra civil … la teoría era llegar a Madrid, controlar fácilmente y cambiar el gobierno … cuando Quepo de Llano llega a Sevilla empecé a darme cuenta de que la cosa se podría complicar … que iría para largo … en poco tiempo Quepo me hace capitán y yo, después de mucho reflexionar decidí ser un elemento de la resistencia utilizando mi posición para ayudar a librar gente de los pelotones de fusilamiento … algunos conseguí … otros … infelizmente … no.

    Hubo que mantener la fachada, igual que después de terminada la guerra … si mi jefes me descubrían me matarían … a mi y a la familia …

    Cuando en el 75 se muere Franco pensé en contártelo … pero las fuerzas del régimen se han mantenido por mucho tiempo … no me arriesgué … hasta hoy …

    Espero que, cuando pienses en mí, me puedas perdonar … yo siempre he tenido mucho orgullo en ti, hijo mío.

            Tu padre

        Juan de Gárfia . . . “


    Rafael suspiró … volvió a cerrar el sobre y lo colocó de nuevo en la mesa … su mirada seguía dura.

Que te ha parecido?!

Pues … el esfuerzo de alguien en intentar cambiar mi opinión … un conjunto de chorradas y mentiras …

No son mentiras, Rafael.

Tampoco se puede confirmar nada de lo que escribe … por eso … nada ha cambiado para mi.

Todo se puede confirmar, Rafa … has pensado que después de terminada la guerra la situación económica de tu padre cambió? Tu siempre lo has conocido como mecánico de coches … piensa que los colaboradores del régimen fueron recompensados después de terminado el conflicto … tuvieron cargos importantes … … hay cosas que desconoces

Como cuales?

Tu padre era conde.

Conde?!!!

Si. Tu abuelo era conde de Gárfia y al morir, tu padre heredó el título. En la pos guerra se empezó a murmurar sobre sus actividades paralelas. No se ha podido confirmar nada pero, por si acaso, Franco le quitó el título y los terrenos y casas de tu abuelo. Tu padre se quedó en la ruina … pero echó manos y siguió adelante.

    Rafael lo escuchaba callado …

Y te digo más, Rafa … yo … yo estoy vivo gracias a tu padre.

Tu ?!!! Que tienes que ver con toda esta historia?

Mira … te voy a contar algo de mi vida de lo que jamás he hablado … a nadie … … en julio de 1936, cuando nos llegó la información de que venían los nacionales yo era miembro del `partido comunista. Inmediatamente organizamos la resistencia … quisimos ir al almacén de armas, en Triana … pero sus militares llegaron antes … nos dividimos en pequeños grupos … a mi me tocó defender el Ayuntamiento pero, al llegar ahí, nos mandaron a la Plaza del Duque …

    Quepo mandó bombardear el Ayuntamiento con cañones … aquello fue terrible … al escuchar todo aquél sonido huimos … En la esquina de la Avenida de Miraflores co Maria Auxiliadora estaba el Bazar España … había cerrado ya por insolvencia, pero el edificio estaba vació … ahí nos escondimos … unos 40 hombres.

    Quepo lo supo … mandó atacar con todo … con metralletas y fusiles … disparar a matar según saliésemos … Para eso dio ordenes a un hombre suyo para liderar esa ofensiva … tu padre …

    Yo y tu padre nos conocíamos, aunque él era más mayor que yo … imaginó que yo estaría ahí … contactó con mi hermano pequeño, que tenía en ese entonces unos 11 años … para mi sorpresa, Pedrito me apareció en el edificio, el solía jugar ahí desde que estaba abandonado … me llevó un mensaje de tu padre … me informaba que, en la mañana siguiente vendrían a por nosotros … pero también me informaba de que, esa noche, estaría un camión en la calle San Juan Bosco. Ahí encontraríamos uniformes nacionales y las llaves en la ignición …

    Pensé que podría ser una trampa … yo solo conocía a tu padre de vista … pero ya no teníamos nada que perder …

Sobre las 3 o 4 de la mañana salimos … y ahí estaba el camión con todo lo que había dicho … nos pusimos los uniformes y cruzamos la ciudad pasando todos los controles … abandonamos el camión en Dos Hermanas y cada uno se escondió como pudo …

    Estamos vivos, al menos algunos, gracias a tu padre …

    Los ojos de Rafael estaban a punto de explotar en lagrimas …

Eso quiere decir que he estado, todos estos años, siendo injusto con mi padre?!!!!

Tu no tenías toda la información, Rafa … tu padre no te la dio para protegerte …

Rafael se levantó de un salto …

Me voy al hospital.

    Eran cerca de las 12 horas y el tráfico en el entorno del Virgen de Macarena empezaba a complicarse …

    Encontrar un sitio para estacionar el coche era algo difícil … en la Avenida Dr Fedriani era imposible … consiguió aparcar en el Cerezo …

    Preguntó en la recepción en que planta estaba su padre. Después de una llamada por el teléfono interno, la administrativa tuvo la respuesta.

Suba a la planta 5, busque al dr Bonilla. Él hablará con usted.

    El hospital tenía varios ascensores … pero para conseguir uno para subir le llevó varios minutos.

    Cuando finalmente se abrió la puerta en la planta 5 un hombre de bata blanca lo esperaba.

Rafael de Gárfia?

    Hace muchos años que nadie le llamaba así …

Si. Soy yo.

Soy el dr. Bonilla, venga.

    Lo siguió. Entraron en un pequeño consultorio. Rafael esperaba encontrar una cama con su padre … pero ahí solo había una mesa y dos sillas.

Y mi padre? Donde está?

Su padre ha fallecido hace 15 minutos …

    Rafael se quedó blanco.

Ingresó esta noche con un problema critico de riñones … esta mañana tuvo una parada cardiorespiratória … lo intentamos todo … pero ya era muy mayor … lo siento mucho …

    Rafael, a costo contenía las lagrimas …

Puedo … puedo verlo? - la voz fallaba.

Claro que si. Acompáñeme.

    Lo llevó hasta otra habitación … ahí si, había una cama … un cuerpo … cubierto por una sábana blanca …

Le dejo solo.

    A pasos lentos, Rafael se fue acercando … descubrió la cara de su padre …

Perdón, papá … llegué tarde … perdón por dudar de tu honor … de tu dignidad … venía a decirte que me enorgullezco de ti … me arrepiento profundamente de las cosas que he pensado y dicho de ti … perdón papá …

    Abrazó el cuerpo y lloró convulsivamente … había llegado tarde …

Perdona … papá …

    Entonces sintió una mano en su hombro …

Relaja … no llegaste tarde … todavía te he podido escuchar … gracias hijo … así me voy mucho más tranquilo … te quiero … adiós …

    Se volvió hacia atrás … a tiempo de ver la figura de su padre, sonriendo … y se desvaneciendo en el aire …

    Volvió a acariciar el rosto de aquél cuerpo, que fuera su padre … le depositó un beso en la frente …

Adiós papá. — de nuevo lo cubrió con la sábana.

    Salió de la habitación con la cabeza erguida … sentía mucho orgullo … un orgullo tardío ...


                                    fin



jueves, 1 de septiembre de 2022

AHORA SI ... TE PERDONO !!! - jorge peres

 





.              AHORA SI … TE PERDONO …

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.      Se escucharon dos toques en la puerta.

Entre!

Me ha llamado, D. Gerónimo?!

Si. Eduardo, siéntate … quiero comentarte algo.

    D. Gerónimo era el propietario de SEVILEGUN, un almacén de artículos leguminosos … garbanzos, alubias, con venta a granel, algo difícil de encontrar, en los días de hoy.

    La empresa fue fundada por sus padres … cuando fallecieron, su hermano, mayor que él, asumió el liderazgo … su muerte prematura empujó Gerónimo a tomar las riendas del negocio familiar … ya tenía él más de 50 años …

    La verdad es que con sus ideas y métodos, revolucionó la empresa …

    Entre los cerca de 12 empleados, Eduardo destacaba … era de una puntualidad irreprensible … siempre acataba las ordenes con una sonrisa en los labios y era muy responsable.

    Por eso, siendo una de las adquisiciones más recientes, no llevaba ahí más de año y medio, Eduardo era quien estaba mejor puntuado …

    D. Gerónimo sentía un gran cariño por él.

    Ya viudo, el jefe vivía con su hija, una joven de cerca de 30 años, soltera, debido a que tenía que cuidar de su padre …

Mira, Eduardo. Eres un muy buen empleado … y sabes que te tengo mucho aprecio … veo en ti algo especial …

Muchas gracias, D. Gerónimo …

A ti, por tu labor … Mira … Estaba pensando … porque no pasas esta tarde noche por mi casa? Así podemos cenar y hablar fuera de aquí … tu … yo … y … María, claro …

    Los ojos de Eduardo brillaron … sabía que su jefe tenía una hija, un poco más joven que él … pero jamás la había visto …

Que me dices?!

Que si, D. Gerónimo … como iba yo a rechazar tanta amabilidad … …

Entonces cuento contigo … a las 20h?!

Si. Por mi muy bien … ahí estaré …

    Eduardo se retiró cerrando la puerta con extrema delicadeza.

    Gerónimo respiró hondo … le gustaba el chaval … con un poco de suerte a María le caería igual de bien …

    Él ya se sentía muy mayor … Eduardo parecía ser buena persona … una buena solución para dos importantes preocupaciones … el futuro de su hija María … el futuro de su empresa ...


    Eduardo llegó un poco antes de las ocho de la noche … María le abrió la puerta.

Hola! Tu eres Eduardo, supongo …

Si! Y tu, María, verdad?

Exacto … Pasa, mi padre te espera en el salón.

    Él sonrío, y la siguió.

D. Gerónimo … aquí estoy!

Hola, Eduardo — la cara del hombre se iluminó cuando notó el rubor del rosto de su hija.

Tomas algo antes de cenar?

No, gracias. No suelo beber nunca.

Muy bien … si me permites yo termino mi whisky.

    Pocos minutos después estaban los tres sentados delante de una mesa a la que no le faltaba de nada … de los langostinos al faisán …

    Las conversación eran amenas … María era la que hablaba menos …

    Gerónimo estaba contento. Las cosas parecían ir por el camino que el deseaba … su hija parecía encantada con Eduardo … este era muy delicado con ella …

    Poquito a poco se fue sintiendo cansado … somnoliento … la clara luz del salón se fue oscureciendo … cada vez más … hasta el negro total …

    No tuvo consciencia de cuanto duró … le parecieron un par de segundos …

    Abrió los ojos … llevó algún tiempo a volver a acostumbrarse a la luz del salón … lo que vio lo dejó petrificado … María estaba amarrada con una cuerda de nylon … parecía inconsciente … intentó levantarse de la silla … pero se dio cuenta de que también él estaba atado …

Que pasa aquí ?!!!

Tranquilo D. Gerónimo … no vayamos tan deprisa …

    Delante apareció un Eduardo distinto … más firme … mirada directa …

Que haces?!!!

Todo a su tiempo … D. Gerónimo … Saltero …

    Escuchar el sonido de su apellido hizo abrir muchos los ojos … hace años que no le usaba …

Como … como sabes que me llamo así?!!!

Te conozco muy bien … — empezó a tutearle — y desde hace muchos años …

Imposible! Te conozco desde hace menos de dos años …

Si! Bueno! Conoces un hombre de menos de 40 años, llamado Eduardo … pero … si te hablo de un niño … flacucho … muy llorón … llamado José Mingacho … a quien llamaban …

Pepiños … !!!! !!! !!!

Muy bien … veo que recuperas la memoria — la sonrisa de Eduardo era maquiavélica … — yo jamás olvidé aquél colegio interno donde tu eras el rector …

Pero … María …

María solo está dormida … no le pasará nada … no tiene que ver con esto …

    Gerónimo respiró fuerte, pero seguía aprensivo … aquél pasado, que él pensaba enterrado … había vuelto …

Te acuerdas de las veces que me has pegado?! Que me has gritado ?!!!

No me acuerdo — mentía …

Te acuerdas de aquella noche de diciembre en que yo estaba durmiendo y entraste en la habitación donde todos dormíamos … éramos seis … pero fue a mi cama a la que fuiste … … me hice el dormido … por miedo … pero sentí como me quitabas los pantalones del pijama … sentí todo el daño que me hiciste …

    Gerónimo también se acordaba … se había arrepentido mil veces … no solo de Pepiños … de lo que hizo a casi todos los niños que pasaron por ahí …

Lo que tu no esperabas es que yo, en la mañana siguiente, lo contase a un profesor … y te acuerdas de lo que pasó después?

Gerónimo bajó la mirada y permaneció en silencio …

Me llevasteis al gimnasio … ahí solo estaban tu, el profesor a quien conté … al final era amigo tuyo … y otros dos hombres, para mi desconocidos … … y me pegasteis … una y otra vez … para mi duró una eternidad … solo pararon cuando me dieron por muerto … — Eduardo intentaba contener lágrimas de rabia — Me habéis abandonado en una cuneta … pero mira … ahí empezó mi suerte … me cogieron … una familia que pasó … me llevaron a un hospital … estuve cuatro meses en coma … cuando recuperé me llevaron para su casa y me trataron como uno más de la familia … Cambié de nombre … cuando descubrí quien estaba por detrás de Sevilegum comprendí que la vida me brindaba la oportunidad de vengarme … conseguí que me dieses trabajo y, poco a poco me fui acercando a ti … … pero hoy … todo termina …

Que vas hacer, Eduardo ?!!!

Nada. Todo está hecho ya.

— Perdóname … — fueron la últimas palabras de Gerónimo … su vida se le esfumó en un último suspiro.

    Eduardo se sintió raro … tantos años soñando con aquél momento … imaginaba que se iría a sentir aliviado … libre … pero ahora, mirando al viejo … muerto … no se sentía mejor …

    Le quitó las cuerdas … hizo lo mismo con María … seguía inconsciente …

    Antes de abandonar la casa, miró por última vez aquella mesa … le sonaron en la cabeza las últimas palabras de Gerónimo …

Perdóname …

Ok. Ahora si … te perdono …

        Cerró la puerta al salir.

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.                                                      fin

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