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LA VENTANA OCULTA
Sentado en la mesa del salón, Jorge miraba atentamente los muchos papeles esparcidos …
S e acercaba el verano … venían las vacaciones … siempre sacaba el mes de agosto y siempre iban … toda la familia … hacia la playa … Nazaré … Figueira da Foz … Säo Pedro d Estoril … Caparica … Faro … Monte Gordo … algunos años habían pasado la frontera y se habían ido a Matalazcañas … Cádiz … Benidorm …
El problema es que, económicamente, este año estaba la cosa particularmente complicada.
F ue la pandemia … después el cambio de trabajo … el despido de María, su esposa … muy complicado … este año estaban casi en números rojos … no le salían las cuentas … había que pensar en un plan B.
— Navegando entre papeles y números?
María se había acercado sin que él se enterase …
— Estoy intentando planificar nuestras vacaciones … pero lo veo complicado …
— Nos quedaremos en casa … sin problema …
— Intentaré encontrar una solución … por los niños … y también por nosotros … siempre es bueno cambiar de aires … al menos una vez al año …
— Sé que encontrarás la manera … conozco a mi marido … se parece a su padre …
Le besó cariñosamente en la mejilla y salió del salón …
Jorge sonrió hacia dentro … si, su padre fue un hombre con un gran espíritu de iniciativa … trabajó toda la vida … al final ahí dejó su casa y su huerto, en el pueblo … todo, ahora mismo, abandonado …
Su padre !!! … el pueblo !!! … … porque no ?!!! podría ser la solución …
— María !!!
La cabeza de su esposa apareció por la puerta entreabierta.
— Me has llamado?
— Ven aquí ! … acabas de darme una idea muy buena …
— Yo ?!?! Que he dicho yo ?!!!?
— Al hablar de mi padre si me encendió la bombilla … y si vamos a pasar el mes de agosto a Sarzedas, a la casa que me dejó mi padre?
María se quedó pensativa por unos segundos.
— Estará en condiciones para los niños ?
— Si. Te acuerdas que estuve ahí hace algunas semanas, buscando unos papeles ? La casa estaba bien … necesita una limpieza … nada más …
— Y tiene agua y luz ?
— Por supuesto … nunca las mandé quitar …
— Puede ser una buena idea … pero … prepárate para una oposición por parte de los chicos …
— Los convenceré … tranquila …
María tenía razón … Jorge tuvo dificultad en “vender” su idea a sus hijos …
A Manuela, de 14 años y a Julio de 12, la idea de pasar un mes entero en un pueblo con cerca de 500 habitantes … en una gran casa de piedra … no les hacia ninguna gracia …
Jorge usó todo su poder de argumentación …
— Tranquilos, niños … pensad … no habrá las confusiones de la playa … se respira aire puro … recordad que Sarzedas está en plena sierra …
— Jorge — María corría en su auxilio — El huerto de tu padre todavía tiene el tanque de agua?
Jorge abrió los ojos …
— Verdad! Se podría pintar y seria una mini piscina …
Finalmente sintió un cambio en la cara de sus hijos …
Julio parecía más reacio a la idea … miró a su padre …
— Hay internet en la casa?
— De momento no … pero yo me comprometo a mandarla instalar para cuando llegue el momento.
Manuela, ya rendida llamó la atención del hermano.
— Mira, Julio … podrá ser interesante … yo tengo mi piscina … y tu tu internet … Porque no?!
Para alivio de Jorge y María, por fin, la familia estaba de acuerdo …
Limpiar los entornos de la casa, el huerto y pintar el tanque de agua le costaría unos cientos de euros … pero en la totalidad las vacaciones serían de mucho menor inversión … además … Sarzedas estaba a unos 20 kilómetros de Castelo Branco … más o menos a 20 minutos de casa.
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Finalmente llegó el gran día … todos los años el primero de Agosto era sinónimo de excitación … nervios y frenesí … y, claro … kilómetros y kilómetros de viaje que, este año, era corta.
— Papá!
— Dime, Julito — hablaba mientras conducía …
— La casa del abuelo siempre ha sido nuestra?
— Si. La casa la construyó tu tatarabuelo … y siempre todos han vivido ahí … — miró sonriendo a María, sentada a su lado …
Manuela conocía los miedos de su hermano por eso intentó amedrentarlo …
— Y ahí han muerto todos …
— Todos ?!!!?!
— Si, Julito — su padre intentó quietar hierro al tema — todos … bueno … menos tastar abuelo Oscar.
— Y que paso con ese?
— Nadie lo sabe … se dice que un día desapareció … y nunca más nadie lo vio.
La conversación paró al pasar por la fuente, a la izquierda de la carretera … estaban llegando.
La calle de San Pedro, donde se encontraba la casa, estaba a la entrada del pueblo … pero subía mucho y tenía dos sentidos, aunque estrecha … por eso Jorge prefería cruzar todo el pueblo y subir por otra calle, cerca de la Casa del Pueblo … más corta … iba justo hasta la iglesia de San Pedro.
La casa estaba al lado.
Manuela y Julio conocían el local … habían visitado al abuelo en varias ocasiones.
Les sorprendió la organizada y limpia que estaba la casa …
— Parece que sigue viviendo gente aquí, mamá.
— Bueno … yo y tu padre hemos venido aquí un par de veces, en las últimas semanas para tener todo listo para vosotros.
— Niños! … hay una habitación arriba y otra aquí abajo … podéis escoger …
— Quiero la de arriba … — Manuela se anticipaba … siempre …
— Y porque tienes que decidir tu?!
— Porque soy la mayor … te parece suficiente ?!
Julio encogió los hombros y se dirigió a la habitación que estaba al final del pasillo.
Abrió la puerta … era grande … le gustó de inmediato …
Se sentó en la cama … le pareció muy confortable … desde aquella posición fue mirando todos los detalles … siempre le habían impresionado las enormes ventanas de la casa por donde entraba mucha luz … por la noche se cerraban fuertes puertas de madera, igual de altas … seguridad absoluta …
En la otra pared habían dos puertas … una también alta y otra pequeña … no llegaba al suelo …
Abrió la primera … había armarios … roperos …
Intentó la puerta pequeña … pero estaba cerrada … con llave …
Que raro … que habría al otro lado? Otra habitación ?! … otro armario ?! ... porque estaba cerrado ?!
— Niños ! Venid !
En menos de un minuto estaban todos en el gran salón.
— Os voy a mostrar como está el huerto y de vuelta pasamos por el supermercado … hay que cocinar …
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El huerto estaba a cerca de un kilómetro del pueblo … fueron en coche … pero se podía ir perfectamente a pié …
A todos les encantó el simpático espacio donde no faltaba un pozo … un enorme naranjo y muchos olivos …
Manuela estaba encantada con su mini piscina … Julio se mantuvo distante … aquella puerta cerrada no le salía de la cabeza … su padre se dio cuenta …
— Julito … que te pasa? No te está gustando lo que ves ?
— Si papá … me está gustando mucho el huerto y la casa.
— Entonces que te pasa? — le abrazó.
— En mi habitación hay algo que parece una puerta … pero está cerrada … sabes porqué ?!
— Ah! Ya ni me acordaba de esa media puerta … siempre ha estado ahí y siempre ha estado cerrada … al menos desde que tengo memoria … no te preocupes con eso … disfruta de estas vacaciones.
— Gracias papá … lo haré …
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Aquella tarde, después de comer, sus padres decidieron subir a su habitación , a descansar un poco.
Manuela hizo lo mismo mirando a su móvil.
Julio tenía su tablet, pero decidió aprovechar el tiempo explorando un poco la casa.
El gran salón tenía un pequeño espacio anexo.
No tenía puertas … tan solo unas cortinas que ocultaban su interior.
Julio entró y, maravillado, se encontró con un enorme conjunto de libros … había muchísimos …
Al pequeño le encantaba leer … cogió algunos … casi todos eran muy antiguos … le encantaban las historias de misterios … enigmas … uno con una encuadernación especialmente elaborada llamó su atención … EL CONDE DE MONTECRISTO, de ALEXANDRE DUMÁS … ya había escuchado hablar, en el instituto de ese autor … al abrirlo algo cayó en la alfombra que cubría el suelo … miró atentamente … parecía una llave … la guardó en el bolsillo de sus pantalones … se la daría a su padre.
Regresó a su habitación con el libro … iría a leer un poco … esperara a que todos se despertasen …
Iba por la tercera página cuando, de repente, tuvo una idea … … y si la llave que encontró en la biblioteca pudiese abrir la puerta misteriosa?
La sacó del bolsillo y se acercó.
Parecía pequeña para aquella cerradura.
Como llave también era rara … sin relieves, dientes o dibujos …
La metió en la apertura … no entraba … presionó un poco … no parecía servir … posiblemente pertenecía a otra puerta.
Decidió desistir y seguir con la lectura.
Pero la pequeña llave tampoco salia … estaba como presa …
De repente, y sin cualquier acción por parte de Julio, la llave entró por completo en la cerradura … con un click … la puerta se abrió unos milímetros …
Los ojos de Julio se abrieron de entusiasmo … iría conocer lo que ocultaba aquella ventana …
Poquito a poco la fue abriendo …
No era nada de lo que había pensado … había un espejo … tan solo un espejo …
Se alejó un poco … porque un viejo y sencillo espejo estaba cerrado y tapado por una puerta de madera ?!
Todo era cada vez más raro …
Pero aquél espejo tenía algo distinto de un espejo vulgar …
Se colocó delante … pero su imagen no aparecía reflectada en él … y ahora se daba cuenta … la habitación tampoco se veía … más bien parecía una ventana … pero eso era imposible … del otro lado de la pared estaba el pasillo interior …
No conseguía comprender … parecía que la superficie del espejo no era totalmente lisa … le puso la mano … pero … increíblemente … sus dedos penetraron en él … colocó la otra mano … lo mismo … podría meter la cabeza y mirar ?! … le dio miedo … instintivamente cerró la puerta …
Debería contar todo aquello a alguien ?!
Sus padres seguro cerrarían la puerta y se quedarían con la llave.
Se lo contaría a Manuela … si … ella era de fiar …
En su cabeza había una lucha entre la curiosidad de mirar y el miedo …
La curiosidad fue más fuerte …
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Poco a poco metió la cabeza … abrió los ojos … se veía una iglesia pequeña a pocos metros … sintió aire fresco en la cara … todo muy tranquilo … …
Quitó la cabeza … no parecía haber ningún peligro … aunque sin comprender … era una ventana … … había que ir al otro lado …
Colocó una silla por debajo, se subió … respiró hondo … y pasó el cuerpo …
Miró con atención por donde salía … estaba dentro de un grande arbole hueco …
Ahí seguía la iglesia que había visto desde dentro … todo estaba oscuro … solo se oía el viento bajando por la sierra …
De pronto empezó a escuchar voces … instintivamente se escondió por entre el matorral … se acercaban dos hombres que iban charlando … pasaron muy cerca de él … siguieron sin parar y bajaron la calle …
Julio respiró … pero se fijó en algo … que raro vestían esos hombres …
Decidió no arriesgarse más y volver a su habitación.
Tenia que contárselo a su hermana.
Subió las escaleras e intentó llamar a Manuela sin hacer mucho ruido … ella le escuchó y abrió la puerta …
— Que quieres?!
— Tengo algo importante para mostrarte … ven …
Ella lo miró unos instantes pero se dispuso a seguirlo.
— Espera. Trae un abrigo.
— Hace calor … nos vamos a la calle?!
— Más o menos … ven !
Ya en su habitación Julio contó todo lo que le había pasado delante de un aire de incredulidad y algunas risas por parte de su hermana …
Pero todo el aire de duda de Manuela desapareció cuando él apartó la puerta de madera y el “espejo” apareció …
— Uauu!!!! … podemos ir al otro lado?!
— Porque piensas que te he dicho que traigas un abrigo?
El paisaje del otro lado estaba igual …
— Mira, Julito, esta es la iglesia de Säo Pedro … la que está al lado de la casa del abuelo …
— Pero esa iglesia es vieja y esta es nueva … !!! …
— Es la misma … solo que esta ha sido pintada hace poco … — Manuela observaba con atención lo que se podía ver en medio de aquella oscuridad … — y fue por esa calle que bajaron los dos hombres?!
— Si!
— Curioso … es la calle de Säo Pedro … y esa es la casa del abuelo …
— Y donde están las demás casas?!
— No existen, Julito … todavía no …
— No comprendo …
— Estamos en el pasado … no sé exactamente en que año … regresemos a casa … volveremos mañana durante el día …
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No fue fácil convencer a sus padres de que, aquella mañana los dos querían quedarse en casa.
— a ver … yo y vuestra madre tenemos que ir al cementerio y después pasaremos por la Casa del Pueblo … pensábamos en dejaros en el huerto … … que queréis hacer en casa?!
— Yo estoy siguiendo una serie en Netflix …
— Y yo estoy leyendo un libro que encontré en la biblioteca …
Jorge miró a María … elle le hizo un pequeño movimiento con la cabeza …
— Ok … a pasarlo bien … !!! …
Esperaron a que saliesen sus padres y corrieron a la habitación de Julio.
Con la luz del sol todo se veía de una manera distinta … bajaron la calle y encontraron un ambiente humano inesperado … parecía un mercadillo … había inmensa gente … hablando … gritando ….
— Tienes razón, Nela. Esta gente se viste de una manera muy antigua … ni los abuelos se vestían así …
— ABRAN ESPACIO !!!! — alguien gritó …
Se acercaba un carro de caballos … la gente empezó a murmurar …
— El Alcalde … viene el Alcalde …
De repente unos brazos delgados les cogieron y los hicieron entrar en una casa.
— Sshiuuu! No tengáis miedo … en este momento la calle no es segura para dos niños tan pequeños …
Era una mujer de media edad … parecía muy amable …
— Soy Isabel … y vosotros quien sois?! Y porque vestís de esa manera?
Julio iba a contestar, pero Manuela se adelantó:
— Hola. Yo soy Manuela y el es Julio … no somos de por aquí … estamos de paso.
— Y vuestros padres están en la feria?
— Si … eso es … quien es el Alcalde?
— Oscar Ribeiro.
— Ribeiro ?!!! Nosotros ... — Manuela hizo una señal al hermano para que se callase …
— Y porque le llaman alcalde? Sarzedas es un Barrio … cuanto mucho seria presidente de la Junta de Barrio … …
La mujer la miró seriamente …
— Es verdad jovencita … pero no olvides que hasta el año pasado éramos sede de Distrito … nuestro Distrito …
— Que ha pasado?!
— Que ha pasado ?!!!! pues que nuestra reina — hizo una venia irónica — nos ha robado ese título que fue nuestro durante 624 años … Oscar era el alcalde entonces y es ahora … eso que tu has dicho … presidente de … eso …
Manuela parecía muy interesada en la conversación.
— Y como es él … como persona ?
— Es un poco raro … tiene muchas ideas … algunas no las comprendo … otras no las comparto … pero ha sido siempre muy bueno para el pueblo …
— Julito … tenemos que irnos …
Antes que Isabel pudiese reaccionar salieron corriendo …
Subieron la difícil calle con suelo de piedra y solo se pararon junto al grande arbole … regresaron a la habitación de Julio.
— Increíble.
— No comprendí ni la mitad …
— Pero yo si … ya te lo explicaré …
— NIÑOS! Ya estamos en casa.
— Perfecto … vamos hablar con papá.
— Le vas a contar?!
— No !!! Ven … tu siguime el rollo.
Julio se fue al salón … su padre descansaba en el sofá … Manuela se pasó antes por su habitación y bajó después con una libreta de apuntes y un bolígrafo … su padre la miró curioso …
— Que pasa?! Me vas a entrevistar?!
— No papá — se reían todos … — pero tengo algunas preguntas para ti …
— Uy ! Que emoción …
— Sarzedas siempre fue Barrio ?
Jorge extrañó la pregunta pero le contestó.
— No. Sarzedas llegó a ser muy importante en otros tiempos … entre 1212 y 1836 fue sede de su propio distrito …
— Y porque dejó de serlo?
— Una decisión de la entonces reina, Doña María … ya no me acuerdo si primera o la segunda … seguramente mal aconsejada por sus asesores …
— Una última pregunta … el nombre de nuestra familia siempre fue Ribeiro?
— Si. Somos una familia muy antigua … porqué ?!!!
— Simple curiosidad, papá … gracias … Ven Julito.
Salieron los dos apresurados dejando a su padre sorprendido …
Ya en la habitación de Julio, Manuela parecía muy entusiasmada …
— Ya podemos sacar algunas conclusiones.
— Sigo sin comprender …
— Tranquilo, hermanito … sabes que historia es lo mío … mira … papá contó que Sarzedas perdió la acadia en 1836, verdad?
— Si.
— Ok. En el otro lado, Isabel nos comentó de que eso había pasado el año anterior … así … del otro lado de la ventana estamos en 1837 …
— Por eso se visten de manera tan diferente …
— Y escuchaste a papá decir que, el nombre de nuestra familia siempre fue Ribeiro ?!
— Si …
— Isabel nos ha dicho que el Alcalde se llama Oscar Ribeiro … — Julio escuchaba a su hermana encantado … — te acuerdas que en el viaje papá habló de aquél pariente que desapareció hace muchos años?
— Si … pero ya no me acuerdo del nombre de ese antepasado …
— Oscar … papá ha dicho que se llamaba Oscar …
— Oscar Ribeiro … será el alcalde del otro lado ?!!!
— Tenemos que conseguir hablar con él …
— Tienes razón … mañana por la mañana volvemos ahí.
Para los dos jóvenes, pero principalmente para Julio, el resto del día pasó penosamente lento … miraban repetidamente el reloj …
Para nueva sorpresa de sus padres se fueron los dos muy pronto a la cama …
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No eran ni las 8h cuando Manuela golpeó levemente en la puerta de Julio.
Este estaba ya vestido … escogieron ropa negra para pasar más desapercibidos.
Al otro lado estaba más frio que en el día anterior.
Bajaron la calle … esta vez estaba desierta … la puerta de Isabel estaba cerrada …
La puerta era de tablas de madera … Julio intentó mirar por entre ellas … parecía no haber nadie dentro …
De repente sintió una enorme mano fuerte cogerle por el hombro …
— Que intentas hacer, mocoso?! Robar ?!
— No! No ! Solo ver si Isabel está en casa …
Entonces Julio se dio cuenta que eran tres hombres … y uno de ellos … tenía a su hermana …
— Estáis arrestados … sabéis lo que hacemos, aquí en Sarzedas a los ladrones como vosotros ?!!!
Julio no conseguía articular palabra …
— Los ahorcamos … ah ah ah … Vamos.
Con malos modos fueron arrastrados por la calle Nuno Alvares … llegaron a una plaza con una columna de piedra … ahí ahorcaban a los que incumplían la ley …
— Esperad! Queremos hablar con el Alcalde.
— Oye! Chiquilla … y a ti te parece que el alcalde va a perder tiempo con dos ladrones mocosos?!!!
— No somos ladrones … ni mocosos … somos de la familia del alcalde …
Pero los tres hombres se reirán mientras colocaban la soga alrededor del cuello de los dos jóvenes …
— Yo soy Manuela Ribeiro y él es mi hermano Julio Ribeiro … somos familia de Oscar Ribeiro, el alcalde. Si no le informas de que estamos aquí … él no os perdonará nunca …
La voz firme de Manuela hizo parar a los hombres que se miraron entre ellos.
Uno se acercó de una casa, en la misma plaza … dio dos porrazos en la puerta y gritó mirando la terraza.
— Alcalde! Alcalde !
Mientras se habían juntado unas 50 personas alertadas por la situación …
En la terraza de la casa apareció Oscar Ribeiro.
— Que pasa, de tan urgente, a esta hora de la mañana?! — después miró la columna … — quien son esos niños y por que los ahorcáis ?!
— Estaban robando, Alcalde !
— Y porque me importunáis ?!
— Dicen que su apellido es Ribeiro y que son parientes suyos.
— Míos?! No lo creo. Pero esperad … ya bajo …
En pocos minutos Oscar estaba junto a los dos pequeños …
— No os conozco … quien sois?
— Yo soy Manuela y él es Julio … tu eres nuestro tastarabuelo … pienso yo …
— Como es eso posible?!
Manuela bajó un poco la voz …
— Venimos de la misma ventana que tu.
La cara del alcalde cambió instantáneamente … les miró muy serio … después se dirigió a los hombres.
— Quitarles la soga … me reuniré con ellos en mi casa.
— Como usted ordene, alcalde.
Entraron los tres y antes de cerrar la puerta Oscar se volvió:
— Dispersad a la gente … aquí ya no hay nada que ver …
— Esperamos que termine de hablar con los críos?
— No seguí vuestra ronda … yo me encargo de ellos.
Pasaron al salón.
— Siéntense … comentarme la historia de la ventana … aún sigue ahí ?!
— Yo descubrí la llave — Julio consiguió por fin hablar …
— Llave?!
— Si. Pusieron una puerta de madera con cerradura … así estuvo muchos años … eso me ha dicho mi padre.
— Tu padre? De que año venís?
— 2022.
Oscar abrió mucho los ojos …
— 2022 ?!!!? Vaya !! O sea … que mis padres … mis hermanos … han muerto ya …
Su mirada se tornó triste …
— Porque te quedaste aquí ?
— Cuando quise regresar el arbole no me dio acceso … ahora sé el porqué … alguien la cerró desde dentro.
— Quien ?!
— Tengo una idea … pero ya no importa … rehíce mi vida aquí … aquí me casé … tengo hijos … un poco más mayores que vosotros …
— Y como llegaste a alcalde ?!!!
— Porque cuando me quedé había una diferencia de casi 100 años menos … me serví de mis conocimientos del futuro de aquí para ejercer de influencia … tenía ventaja … y la usé …
Julio se levantó y lo abrazó …
— Ahora puedes volver con nosotros …
Oscar le devolvió el abrazo … se mantuvo unos instantes en silencio … después hizo una señal a Manuela para que se acercase …
Con los niños sentados, uno en cada rodilla, suspiró …
— No. No voy a volver … no puedo …
— Porqué ?!!
— Mira Julio … pasaron muchos años … todos los míos ya no están … ese ya no es mi mundo …
— Te comprendo … — Manuela se recostó en su pecho …
— Además … tengo una familia aquí …
Se hicieron unos minutos de silencio …
— Chicos. Os voy a pedir algo.
— Dinos.
— Quiero que volváis al otro lado ,,, que cerréis de nuevo la ventana … que nadie la cruce … jamás … quiero una promesa de vuestra parte … ahora … !!!
— Vale … lo haremos …
— Vayámonos. Os llevaré hasta el árbol.
Caminaron en silencio … nadie se cruzó en su camino … pararon al final de la calle …
Oscar los abrazó de nuevo …
— Que os vaya bien, chicos … fue un placer conoceros …
— No quieres entrar … solo para dar un vistazo?!
Oscar dudó un poco … pero decidió.
— Mejor no … vamos … cruzad …
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La primera cosa de que se dieron cuenta al volver fue del sonido del móvil de Manuela …
— Si?! Mamá … estamos en casa … después os contamos … ok … perdona …
— Que pasa hermana?
— Papá y mamá están preocupados buscándonos …
Julio miró el pequeño reloj en la mesita de noche … 11.30h … sus padres sintieron su falta desde la 8.30h …
— Nelita … le contamos cuando vuelvan?!
— No sé si será una buena idea … pienso que lo mejor será cerrar la ventana, volver a esconder la llave … y no contar nada … a nadie …
Julio se quedó un poco pensativo … después se levantó y cerro la puerta …
— Ven … dejaremos la llave en la biblioteca … donde la encontré.
Al salir de la sala de libros llegaban sus padres.
— Que os ha pasado? Estábamos muy nerviosos …
— Perdonad … nos fuimos muy pronto a la sierra a ver las plantas … — una vez más Manuela tomaba la iniciativa …
— Y no nos avisaron de que se irían fuera?!!
— Estaban dormidos … decidimos no hacer ruido …
Julio corrió y los abrazó …
— No os imagináis de las cosas bonitas que vimos …
Manuela se fue acercando para juntarse aquél abrazo de familia … el secreto de la ventana oculta estaba protegido …
Fim (no exactamente)
En este relato quise, prestar una simple homenaje al pueblo de Sarzedas … en otros tiempos sede de su proprio distrito y hoy, como queriendo renacer de su casi desaparición en los años 70.
El aumento de populación y social tuvo que ver con la instalación del fornecimiento de energía eléctrica y de agua en tubería, que fue posible por la acción de mi fallecido padre (un Ribeiro) juntamente con otras personas.
La historia es ficción , las fechas y momentos son reales en su encuadramiento histórico.
El alcalde Oscar Ribeiro nunca existió … la familia Ribeiro si … eran mis abuelos … la casa grande de piedra, al lado de la capilla de Säo Pedro no existe … la iglesia, si.
Unos años después el “pelourinho” fue destrozado … más tarde irguieron otro en el mismo local utilizando tres bloques de piedra que habían pertenecido al original.
Sarzedas, está hoy incluida en el rutero de los pueblos del Xisto.
Fin ( ahora si )
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