jueves, 24 de noviembre de 2022

UN MUNDO NUEVO - 62 - jorge peres

 


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                             UN MUNDO NUEVO


     El Parque de Los Loreros era su local preferido.

    Tenía unas mesas y unos bancos de piedra … Joel hacía de uno de ellos su mesa de escritura.

    Ahí escribió dos de sus últimos libros y ahí se estaba “construyendo” el próximo …

    Pasaba unas dos o tres horas ahí … casi todos los días …

    A unos 50 metros unas fuentes de agua, saliendo desde el suelo a intervalos de tiempo regulares, creaban una sonoridad casi paradisíaca …

    En una pausa, entre una idea y otra, Joel pasó los ojos en su alrededor … había un pequeño bar que estaba abriendo sus puertas en ese momento … en un otro banco una chica llamó su atención … pelo largo … rubio … vestido blanco con mariposas de varios colores …

    Ella se sintió observada y cruzó su mirada …

    Tímidamente y casi sin respirar Joel la saludó … y

siguió escribiendo … pero … su inspiración se quedó estancada …

    Volvió a mirar en la dirección de la chica … ella pareció sonreír … no estaba equivocado … la sonrisa era para el mismo …

    Devolvió la sonrisa … entonces ella le hice un saludo con la mano …

    Joel quedó nervioso … bajó la mirada … inmediatamente se arrepintióquiso devolverle el saludo … pero … al mirar de nuevo … ella ya no estaba …

    Donde había ido ?! … Miró en todas las direcciones … ni señal de ella … se levantó y recorrió los pocos metros que le separaban de aquél banco donde estaba la chica … nada … decidió volver y escribir un poco más …

    Antes de dar la vuelta algo le llamó la atención … en el banco estaba un pequeño avión hecho de papel doblado … lo cogió … seria de la chica?!?

    Se sentó en su sitio y lo miró durante algunos minutos … sentía que tenía un significado … pero cual?!!!

    Instintivamente empezó a quitar las doblas del papel … parecía tener algo escrito …

    Cuando finalmente el avión no era más que un pequeño folio de papel apareció una frase:


            ” La distancia entre la imaginación y la realidad                 está en 12 pasos entre el sagrado y el óxido. “


    Que texto tan raro … que significaba? Joel miraba el trozo de papel como si, de repente, le fuera a contestar …

    Sagrado? Terreno sagrado … los antiguos consideraban terreno sagrado al interior de los conventos e iglesias … también llamaban tierra sagrada a los cementerios …

    Entonces cayó … cementerio … la pared final del Parque coincidía con el termino del Cementerio Municipal de Castelo Branco.

    Se levantó y se acercó al gran muro de piedra … miró en su entorno … solo veía plantas … arboles … el portón … el portón ?!!! hierro … oxidado … volvió a leer el papel …

            “ … 12 pasos hasta el óxido … “


    Era una locura … pero … porque no?!

    Se puso de espalda contra el muro, miró en dirección al viejo portón lateral y empezó a contar los pasos …

uno … dos … tres … cuatro … … a los diez tenía delante un gran arbusto … y ahora qué?! … tendría que rodear … pero así se perdería de los pasos … y si pudiese doblar la planta? Al menos lo indispensable para poder seguir?

    Con algún esfuerzo pudo inclinar un poco aquél grueso arbusto … lo que encontró lo dejó anonadado …

    Parecía una puerta … intentaría abrirla …

Estás seguro de que quieres abrir esa puerta?

    La voz le sorprendió … bien detrás de él estaba la chica.

Hola! Vengo aquí todos los días y no sabía que había aquí una puerta.

Normal. Pocos la conocen … pocos la traspasan … cuidado! … jamás abras una puerta donde no estás seguro que quieres entrar.

Porqué ?!?! Yo puedo abrir una puerta solo para mirar y conocer lo que hay del otro lado … después decido si entro o no …

    Ella sonrió … parecía divertirse con aquella conversación …

Eres periodista?!

No. Soy Joel … soy escritor …

Claro! Yo soy Sara.

Te puedo invitar a un café, Sara?!

Porque no?!

    Joel volvió a mirar la puerta … pero ya no estaba … El arbusto no era más que una sencilla planta … nada más …

No comprendo …

Tranquilo … ya comprenderás. Nos vamos a por ese café?!

    En pocos minutos estaban sentados disfrutando de aquella bebida caliente …

Te siento perdido …

Es que no sé que ha pasado … Yo he visto una puerta … y ahora … ya no está …

Tranquilo … es una puerta mágica …

    La miró … sin dudas ella se estaba cachondeando de él …

Con que mágica … no !!!

No crees en la magia, Joel?

La verdad es que no … no mucho …

Pero estás hablando conmigo !!!

También eres mágica ?!!! — no pudo contener una pequeña carcajada …

Si! No me crees ?!…

No.

Dejaste todos tus papeles y tu bolso en la mesa de piedra.

Es verdad … se me olvidó recogerlos — se levantó rápidamente …

Siéntate … Relaja … cierra los ojos …

    La miró intensamente … pero obedeció …

Ya puedes abrirlos.

    Una vez más quedó sorprendido … todos sus papeles … su bolso … su boli … todo estaba allí … en aquella mesa … al lado del café …

Como lo hiciste ?!!

Soy mágica … te lo dije …

    Ahora reían los dos …

Y tu a que te dedicas, Sara?

Soy hechicera.

Claro … no sé porque pregunté …

En serio!

Sin dudas eres divertida.

Te gusta café con hielo?

Si. Mucho … no me gusta café caliente …

Es lo que tienes delante de ti.

    Joel miró su café … tenía una piedra de hielo …

Convencido?!

Y que más sabes hacer?

Soy una hechicera blanca … solo hago cosas que no perjudiquen a nadie …

    Ahora era él quien se divertía …

Lo paso bien contigo …

Me suelen decir eso.

Y también te suelen decir que eres muy guapa?

Si. También.

Siento mucho mi falta de originalidad.

Tu eres diferente.

Ahh!!! Si !?!?!!!

Si. Por eso te he dado la llave.

Llave?! Que llave ?!!!?

La frase del avión … es la llave … solo no esperaba que fueses tan decidido …

Que hay del otro lado de la puerta?

Un mundo mágico.

    Joel ya no reía.

Diferente de este?

Si. Muy diferente.

Mejor?

Eso depende de cada uno …

Parece interesante.

Tu tienes la capacidad de sobrevivir en él … pero ojo … piensa bien … si entras en el portal … no hay camino de regreso.

No puedo volver ?!!!

No.

Y tu vives ahí?

Si.

Pues me parece cada vez más interesante …

En serio, Joel … piensa bien … antes …

    Instintivamente miró en la dirección de la puerta … fueron unos pocos segundos … después le iba a decir algo … pero ella ya no estaba … había desaparecido de nuevo.

    Joel quedó parado …

    De que iba todo aquello?!! Pero la mirada de Sara no se le iba de la cabeza …

    Recogió sus cosas, pagó el café y fue caminando en dirección al arbusto … ni señal de la puerta …

    Se acordó de las palabras de Sara:


                “— Tu tienes la llave.”


    Buscó en el bolsillo el pequeño avión y recordó la frase.

    De nuevo contó los pasos en dirección del portón … de nuevo llegó junto al arbusto … lo esquivó ligeramente … ahora si, estaba la puerta …

    Estiró el brazo … pero se detuvo … Sara le había dicho que no podría volver al cruzar …

    Sentía muchas ganas de irse con ella … pero … de repente se acordó de sus padres … de sus amigos … de sus escritos … de … … miró hacia atrás buscando a Sara … pero no había nadie …

Perdió algo, señor?

    Era uno de los vigilantes del parque.

No. No. me pareció ver un animal …

Es posible … hay muchos por aquí … tenga usted un buen día.

Igualmente.

    Volvió a mirar la planta … la puerta ya no estaba … volvió a mirar el papel del avión … estaba en blanco … no había nada escrito … comprendió … había dejado pasar su oportunidad.

    Lo tomó con tranquilidad … al final, por peor que sea la realidad conocida siempre es mejor que un mundo nuevo … pero desconocido …



                                        fin

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viernes, 18 de noviembre de 2022

RELOJ ... NO PARES ... - jorge peres

 






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                             RELOJ … NO PARES …


    Desde el escenario, Roberto observaba aquellas cerca de 200 personas que llenaban él Circulo Rojo, la sala de espectáculos más conocida de Toluca de Lerdo.

    A los mexicanos les gustaba la música, y Los Tres Caballeros eran siempre muy bien recibidos … aquella noche no iba a ser una excepción.

    Roberto Cantoral estaba, como siempre, acompañado por su violón, una guitarra española, ya con unos años, pero con un sonido que el consideraba muy suyo.

    Era la última canción. Ya habían agotado la parrilla en que dibujara aquél concierto y ya era el tercero “encore” …

    Cerró los ojos cuando, al terminar los últimos acordes, recibieron unos cinco minutos de aplausos … se sintió cansado … pero muy feliz …

    Buscó por entre la primera fila y fácilmente la encontró … Itatí … su esposa … era la más efusiva … le mandó un beso sutil …

    Más tarde, en el camerino ella fue de las primeras personas en llegar … se le tiró literalmente a su cuello …

Que lindo, mi amor … — sus ojos brillaban enamorados …

Gracias, cariño mío, sabes que tu eres mi inspiración.

    Se escucharon risas … los otros dos compañeros reaccionaban a toda aquella manifestación de amor y cariño.

A ver … así nos haces sentir envidiosos …

    Terminaron reindo todos.

Vamos a cenar al Sombrero Largo?

Buena idea.

    Miró a su esposa con aire interrogante.

Mi amor, contigo hasta al final del mundo … déjame llamar a casa para saber como están los niños.

Claro que si.

    En el pasillo había un teléfono público.

    Roberto e Itatí estaban casados desde hace algunos años y tenían dos hijos.

    Ella lo acompañaba siempre que podía … siempre que su madre se pudiese encargar de los niños.

    Horas más tarde, después de cenar, la pareja decidió dar un paseo a pié.

    La noche estaba clara, iluminada por una luna llena … terminaron sentados … abrazados … mirando el Nevado de Toluca, un monte lleno de nieve a poca distancia.

Sabes que pasa el tiempo y sigo muy enamorado de ti?!

Más te vale — una carcajada … — yo también, Roberto …

Siempre pensé que, con el tiempo y los hijos, las cosas se tornarían más leves … más “normales” … pero no … … te acuerdas de como nos conocimos?

No hubo respuesta.

Itatí … me has escuchado ?!!!

    Entonces la miró … tenía los ojos cerrados … se había desmayado …

Itatí! Itatí !

    Suavemente la puso en su coche y aceleró en dirección del hospital.


                                ------- // -------


    Ya llevaba unas dos horas en la sala de espera de urgencias del Hospital Central de la ciudad.

    Eran las 3 de la mañana … al menos eso marcaba el grande reloj de pared.

Acompañante de Itatí Zucchi?!

    Un hombre alto y fuerte con una bata blanca le miraba.

Si … soy Roberto, su marido …

Soy el doctor Ismael Santamaría. Me acompaña, sr. Roberto? Necesito hablar con usted.

    Entraron en uno pequeño despacho y él doctor le hizo la invitación para que se sentara.

Como está mi esposa, dr?!!

Sr. Roberto … no tengo buenas noticias para usted. Su esposa sufrió un infarto cerebral … un ictus … muy fuerte …

Y es muy grave, dr. ?!

Muy grave. Puedo ser honesto con usted?

Claro que si. Por favor.

Cabe la posibilidad de que no pase de esta noche.

Dios !!!!!

Vendré siempre que haya novedades a hablar con usted.

    Volvió a la sala de espera … sentía un inesperado aprieto en el estomago … no podía perderla … ella era su vida … … …

    En el inmensidad de la sala completamente vacía, el silencio solo era interrumpido por el constante tic tac del reloj.

    Roberto sacó su libreta de apuntes y empezó a escribir lo que le salía del alma …


            Reloj no marques las horas …

              Porque voy a enloquecer …

              Ella se irá para siempre

              Cuando amanezca otra vez …


    Las lágrimas casi le impedían ver el papel … se limpió los ojos y siguió :


            “ No más nos queda esta noche

              Para vivir nuestro amor …

              Y tu tic tac me recuerda

              Mi irremediable dolor … “


    Momentáneamente cerró los ojos … por la mente pasaron imágenes de Itatí … su mirada … su sonrisa …

    Roberto era creyente … mentalmente se entregó a una oración, pidiendo por su amada … empezaba a sentir que solo una ayuda divina la podría ayudar.

    Después volvió a escribir:


            “ Reloj … detén tu camino,

              Porque mi vida se apaga …

              Ella es la estrella

              Que alumbra mi ser …

              Yo, sin su amor no soy nada … “


    Él medico apareció de nuevo.

Hay novedades, doctor?!

Algunas, sr. Roberto. Su esposa recuperando la consciencia … ahora tenemos que averiguar si se recupera totalmente … estas cosas, a veces, dejan secuelas …

Pero sobrevivirá?!

Aún no podemos afirmar a ciencia cierta … es muy pronto … necesitamos unas horas más …

    De nuevo se quedó solo … de nuevo miró el grande reloj en la pared …


            “ Detén el tiempo en tus manos …

              Haz esta noche perpetua.

              Para que nunca se vaya de mi …

              Para que nunca amanezca … “


    Después se inclinó un poco hacía tras y cedió al cansancio …

Sr. Roberto?!!? — se despertó nervioso. No tenía ni idea de cuanto tiempo estuvo con los ojos cerrados. Delante suyo, una enfermera …

Sr. Roberto … traigo buenas noticias … su esposa se recupera bien … en unos minutos podrá verla … ya volveré para acompañarlo …

    Roberto respiró hondo … necesitaba aire fresco … saldría a fuera un poco … antes de abandonar la sala de espera lanzó una última mirada al reloj … su compañero de esa noche …

Gracias Reloj … no pares ...”


                                    (casi) FIN


    Los TRES CABALLEROS fueron un trío de boleros y otros estilos sur americanos de que formó parte ROBERTO CANTORAL, el autor de la canción RELOJ, y su primer interprete.

    Siempre se habló de que fue inspirado en un episodio amoroso y en un último encuentro, una noche en una habitación con un reloj en la pared.

    Cantoral falleció en 2010 y unos meses antes, en una entrevista, confesó que la canción había sido escrita en la sala de espera de un hospital … todo el resto es invención mía … ficción … o … realidad?


                                    FIN (total)

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viernes, 4 de noviembre de 2022

ROQUE Y LUCÍA - jorge peres

 


                                    ROQUE Y LUCÍA


    Sentado en un banco del jardín, Roque pensaba en el paso que debería dar.

    En causa estaba aceptar, o no, la oferta de empleo que le había surgido de una discográfica, como administrativo.

    Había pensado hasta la exaustión … su intuición le decía que “no” … él era músico , no un administrativo … pero su edad, ya superaba los 40, le pedía un estudio de la situación con una perspectiva de futuro …

    En la mano derecha apretaba a su móvil, preparado a marcar el número por donde debería divulgar la decisión …

    Haría caso a su “yo” interior …

    Con un movimiento firme marcó el número que estaba inscrito en una tarjeta de presentación … casi sin respirar escuchó la señal de llamada … … …

Si. Dígame. — una voz de mujer …

    Roque quedó, momentáneamente sin reacción … que voz aquella … cálida … dulce … de pronto se sintió invadido de una exquisita paz … … la voz insistió …

Si. Quien habla?!

Buenos días, señora … yo pretendía hablar con una discográfica musical … pero parece que me he equivocado en la marcación …

Pues si … por aquí la música la escuchamos … no la publicamos …

Le pido disculpas, señora …

No pasa nada. A veces es agradable hablar con alguien … desconocido …

Es verdad. Tiene razón. Fue un placer escuchar una voz tan … agradable …

Muchas gracias. Es usted muy simpático …

    Colgaron.

    Roque quedó varios segundos mirando el aparato como si, por arte de magia, pudiera aparecer en la pequeña pantalla la imagen de la portadora de aquella tan dulce voz …

    Miró en el registro de su móvil el último número marcado y lo comparó con lo de la tarjeta … se había equivocado en uno de ellos … el cuarto … ahora estaría más atento.


                                --------------//-------------


    Las gestiones profesionales le ocuparon por cerca de media hora.

    Miró el reloj … era hora de comer.

    Había un restaurante cerca.

    Escogió un lugar en la terraza donde no impactase el sol … no le gustaba …

    Aquella voz no se la podía sacar de la cabeza … increíble … le había dado lo que más necesitaba en aquél momento … paz …

    Necesitaba escucharla de nuevo.

    Y se llamase de nuevo aquél número?! … Sonaría raro … la primera vez fue por equivocación … ahora le daba un poco de miedo … podría ser un error …

    Él no era mucho de huir de los errores … como tal … llamó …

Si? — era la misma voz …

Perdón … soy yo de nuevo …

Se ha vuelto usted a equivocar ?!!!?

No … en la verdad ...no … solo me gustaría escuchar de nuevo esa voz

Pero … si es una voz normal y corriente …

No … de eso nada … es una voz que primero se extraña … después … se entraña …

Uii!!! Que profundo … señor …

Roque. Soy Roque Narvaja … y, por favor, no me trates de señor … no soy así tan mayor ..

Ok. Roque. Yo soy Lucía.

Un nombre tan bonito como tu voz …

Que galante eres … ...

Perdón … solo digo lo que pienso.

Vale! Te creo. Por ese acento tuyo deduzco que no eres de por aquí … al menos no has nacido en Madrid.

Verdad! Eres muy atenta …

Argentino, tal vez?

Touché !!! En pleno. Es verdad. Nací en Córdoba, Argentina.

Y que hace un argentino en Madrid?!

Soy músico, Lucía … escribo canciones …

Que guay!!! … y … en Argentina no les gustan tus canciones?!!!

    Roque hizo unos segundos de silencio …

No puedo volver ahí … no mientras esté este régimen político. Me tienen en la lista negra. Por eso vivo aquí desde 1977 … si vuelvo … me matan …

Lo siento … no tenía ni idea … …

No pasa nada.

Ahora mismo tengo que salir. Si quieres seguimos hablando más tarde.

Claro que sí … Si me lo permites te llamaré al final del día …

    Se quedó en silencio … Lucía … que mujer interesante … que inesperada descubierta …

    Roque la llamó esa noche … y en la mañana siguiente … y en la noche siguiente … así fue durante algunas semanas …

    Hablaban de todo un poco … se tornaron confidentes … Amigos … él maravillado … ella … encantada … y siempre querrían hablar más … y más … muy complicado a la hora de colgar …


                                --------//--------


    En una mañana primaveral se despertó con una idea en la cabeza … tenía que verla … conocerla personalmente … no había visto ni una foto suya … la llamó mientras desayunaba …

Hola, Lucía.

Hola Roque … esperaba tu llamada.

Si?!!! Que bien … esta noche soñé contigo.

Uauuu!!! Una pesadilla?!

Nada de eso … soñar contigo es siempre delicioso … pero comprendí que necesitaba de algo …

Ah! Si !!?!! … Y que necesitas??!!

Pienso que ya es tiempo de conocernos personalmente … no te parece ?!!?

    Del otro lado se hizo un profundo silencio.

Lucía … estás ahí?!

Si …

Que pasa?! He dicho algo que te haya molestado?!

No.

Uy! Uy! Esos monosílabos me dicen lo contrario …

Tengo que dejarte … debo hacer unas cosas …

Ah! … Ok !…

    En el silencio no conseguía comprender lo que había pasado … pero sentía que algo iría a cambiar …

                    

                                       --------//--------


    Tenía razón … En las semanas anteriores habían intercambiado mensajes  … una vez llamaba él … otra ella … en las siguientes ella dejó de llamar … era él quien mantenía el contacto … su voz también había cambiado … ahora era triste … apagada … muchos monosílabos … ausencia de sonrisas …

    Roque se desesperaba … no comprendía por que todo había cambiado así …

    Se sentó en su mesa y empezó a escribir:


        “ A menudo me acuerdas a alguien …

        Tu sonrisa, la imagino sin miedo.

        Invadido por la ausencia …

        Me demora la impaciencia …

        Me pregunto si algún día te veré! “


    Aquella noche la llamó …

Hola Lucía.

Hola.

Como estás?

Bien.

Mira … estoy escribiendo algo … posiblemente una futura canción … quieres que te lea lo que tengo?

Si … me gustaría escuchar …

    La lectura de lo que había escrito generó más silencio …

Bonito …

Espera … todavía no está completo … voy a seguir ahora mismo …

Vale.


            “ Ya sé todo de tu vida y, sin embargo …

            No conozco ni un detalle de ti.

            El teléfono es muy frio.

            Tus llamadas son tan pocas …

            Yo si quiero conocerte … y tu no a mí … “


Muy bonito.

No consigo comprender porque no quieres encontrarte conmigo … pensaba que teníamos algo bonito … ya hablamos horas …

Tenemos algo bonito.

Sigo sin comprender …

    Se hizo un silencio … un vacío fuerte … pesado …

Tengo un secreto,

Que dices ?!!!

Yo tengo un secreto … algo que no te he contado … cuando lo conozcas puede que cambie lo que piensas que sientes por mi ahora mismo …

No me digas que eres casada … o que tienes pareja … … …

No! No tengo a nadie!

Entonces ven … encuéntrate conmigo … cuéntame ese secreto … cara a cara … así podrás ver mi reacción … una cosa te digo … yo soy géminis … mis reacciones son puras y genuinas …

    Nuevo silencio …

Ok. Sea! Encontrémonos …

En serio!!!?!!! Vaya! Finalmente.

    Quedaron para la mañana siguiente.

    El local propuesto por Roque fue el final de la Calle Preciados, casi a llegar a la Plaza Sol … 11 horas … habría poca gente.

    Ella aceptó.


                            ----------//-----------


    Él llegó pronto … poco pasaba de las 10.30h.

    Escogió una mesa desde donde podía ver los dos lados de la calle … tal como su previsión … pasaba poca gente aquella hora.

    Su mente no paraba de ecuacionar posibles escenarios …

    Cual sería el secreto que llevara a su cambio de actitud?

    Al lo lejos bajaban algunas mujeres …

    Seria fea?! Sería eso?!

    A él no le importaría … la conocía lo suficiente para saber de que era muy buena persona … 10.50h … las manos le empezaban a sudar … desde abajo y subiendo venía un grupo de personas … entre ellas una chica, guiándose por un gran bastón blanco con una esfera en su terminal … con ella venían otras mujeres … de varias edades …

    Se dio cuenta de que la chica ciega caminaba en ruta de colisión con la primera mesa vacía de la terraza … iría a chocar con ella …

    Se levantó y llegó junto a ella mismo a tiempo … le cogió el brazo …

Cuidado! Déjame ayudarte … hay una silla y una mesa  delante tuya …

Roque?!!!

Lucía ?!!!!!

Si soy yo — las gafas oscuras de la chica no le permitía ver sus ojos … pero la sonrisa brillaba …

Ven! Estoy en una otra mesa … ven …

Se sentaron y el se dio cuenta que todavía seguía sujetándola por el brazo …

Pues ya sabes mi secreto … soy ciega … desde que nací …

Eres linda … tienes la sonrisa más bonita que jamás he visto en mi vida …

En serio?!

Pensabas que, por ser ciega, me impedirías de enamorarme de ti?

Me pasó por la cabeza ... si …

Que tontita eres … gracias por venir …

    Las horas pasaron … ellos no se dieron cuenta …

Mira, Lucía … ya puedo acabar la canción …

Ah! Si !? Y como termina?!

    Roque Narvaja sacó de su cuaderno de apuntes y empezó a escribir …


            “ Dame una cita. Vamos al parque.

            Entra en mi vida … sin anunciarte …

            Abre las puertas … cierra los ojos …

            Vamos a vernos … poquito a poco …

            Dame tus manos … toma las mías …

            Como dos ciegos … santa Lucía … “


Me encanta … que bien escribes …

Gracias … me gusta estar contigo … entre otras cosas … me inspiras …

Sabes una cosa, Roque?! Hagámoslo!

Qué?! De que hablas?!

Lo que dice la canción … llévame al Parque … o mejor … deja que te lleve al parque, para que lo sientas como yo lo siento …

    Roque llamó el camarero. Pagó. Tomarían el metro y se irían hasta la Plaza de España. Bajaron la calle con los brazos entrelazados …

    Allí continuaba una bonita historia de amor … Roque … Y Lucía …



                            fin ( o casi)



    La canción SANTA LUCÍA, es conocida con la interpretación de Miguel Ríos.

    Esa canción fue escrita por el músico argentino ROQUE NARVAJA, huido del régimen dictatorial y que vivía en Madrid.

    Roque fue presentado a Miguel Ríos por un productor chileno, CARLOS NEREA y decidieron que Miguel interpretaría canciones suyas en los siguientes álbumes.

    Entre sus composiciones, Roque tenía SANTA LUCÍA, que había escrito hace algunos años y jamás había usado en público.

    Como roquero, a Miguel Ríos la canción, inicialmente, no le hizo mucha gracia … hasta el momento de grabarla. Al finalizar la grabación se dieron cuenta que estaban un grupo de personas … todos los que trabajaban en la discográfica, del otro lado de las paredes de cristal aplaudiendo emocionados …

    De la historia de la canción, Miguel jamás preguntó a Roque de que iba …

    Al lo largo de los años se inventaron varias historias posibles … desde un homenaje a una “Santa Lucía” … al contacto telefónico entre dos hombres que se enamoraron y que lo mantuvieron en secreto …

        Esta es mi teoría personal  ... ficción … o … realidad ?!!!!


                                fin ( ahora sí )




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