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UN MUNDO NUEVO
El Parque de Los Loreros era su local preferido.
Tenía unas mesas y unos bancos de piedra … Joel hacía de uno de ellos su mesa de escritura.
Ahí escribió dos de sus últimos libros y ahí se estaba “construyendo” el próximo …
Pasaba unas dos o tres horas ahí … casi todos los días …
A unos 50 metros unas fuentes de agua, saliendo desde el suelo a intervalos de tiempo regulares, creaban una sonoridad casi paradisíaca …
En una pausa, entre una idea y otra, Joel pasó los ojos en su alrededor … había un pequeño bar que estaba abriendo sus puertas en ese momento … en un otro banco una chica llamó su atención … pelo largo … rubio … vestido blanco con mariposas de varios colores …
Ella se sintió observada y cruzó su mirada …
Tímidamente y casi sin respirar Joel la saludó … y
siguió escribiendo … pero … su inspiración se quedó estancada …
Volvió a mirar en la dirección de la chica … ella pareció sonreír … no estaba equivocado … la sonrisa era para el mismo …
Devolvió la sonrisa … entonces ella le hice un saludo con la mano …
Joel quedó nervioso … bajó la mirada … inmediatamente se arrepintió … quiso devolverle el saludo … pero … al mirar de nuevo … ella ya no estaba …
Donde había ido ?! … Miró en todas las direcciones … ni señal de ella … se levantó y recorrió los pocos metros que le separaban de aquél banco donde estaba la chica … nada … decidió volver y escribir un poco más …
Antes de dar la vuelta algo le llamó la atención … en el banco estaba un pequeño avión hecho de papel doblado … lo cogió … seria de la chica?!?
Se sentó en su sitio y lo miró durante algunos minutos … sentía que tenía un significado … pero cual?!!!
Instintivamente empezó a quitar las doblas del papel … parecía tener algo escrito …
Cuando finalmente el avión no era más que un pequeño folio de papel apareció una frase:
” La distancia entre la imaginación y la realidad está en 12 pasos entre el sagrado y el óxido. “
Que texto tan raro … que significaba? Joel miraba el trozo de papel como si, de repente, le fuera a contestar …
Sagrado? Terreno sagrado … los antiguos consideraban terreno sagrado al interior de los conventos e iglesias … también llamaban tierra sagrada a los cementerios …
Entonces cayó … cementerio … la pared final del Parque coincidía con el termino del Cementerio Municipal de Castelo Branco.
Se levantó y se acercó al gran muro de piedra … miró en su entorno … solo veía plantas … arboles … el portón … el portón ?!!! hierro … oxidado … volvió a leer el papel …
“ … 12 pasos hasta el óxido … “
Era una locura … pero … porque no?!
Se puso de espalda contra el muro, miró en dirección al viejo portón lateral y empezó a contar los pasos …
uno … dos … tres … cuatro … … a los diez tenía delante un gran arbusto … y ahora qué?! … tendría que rodear … pero así se perdería de los pasos … y si pudiese doblar la planta? Al menos lo indispensable para poder seguir?
Con algún esfuerzo pudo inclinar un poco aquél grueso arbusto … lo que encontró lo dejó anonadado …
Parecía una puerta … intentaría abrirla …
— Estás seguro de que quieres abrir esa puerta?
La voz le sorprendió … bien detrás de él estaba la chica.
— Hola! Vengo aquí todos los días y no sabía que había aquí una puerta.
— Normal. Pocos la conocen … pocos la traspasan … cuidado! … jamás abras una puerta donde no estás seguro que quieres entrar.
— Porqué ?!?! Yo puedo abrir una puerta solo para mirar y conocer lo que hay del otro lado … después decido si entro o no …
Ella sonrió … parecía divertirse con aquella conversación …
— Eres periodista?!
— No. Soy Joel … soy escritor …
— Claro! Yo soy Sara.
— Te puedo invitar a un café, Sara?!
— Porque no?!
Joel volvió a mirar la puerta … pero ya no estaba … El arbusto no era más que una sencilla planta … nada más …
— No comprendo …
— Tranquilo … ya comprenderás. Nos vamos a por ese café?!
En pocos minutos estaban sentados disfrutando de aquella bebida caliente …
— Te siento perdido …
— Es que no sé que ha pasado … Yo he visto una puerta … y ahora … ya no está …
— Tranquilo … es una puerta mágica …
La miró … sin dudas ella se estaba cachondeando de él …
— Con que mágica … no !!!
— No crees en la magia, Joel?
— La verdad es que no … no mucho …
— Pero estás hablando conmigo !!!
— También eres mágica ?!!! — no pudo contener una pequeña carcajada …
— Si! No me crees ?!…
— No.
— Dejaste todos tus papeles y tu bolso en la mesa de piedra.
— Es verdad … se me olvidó recogerlos — se levantó rápidamente …
— Siéntate … Relaja … cierra los ojos …
La miró intensamente … pero obedeció …
— Ya puedes abrirlos.
Una vez más quedó sorprendido … todos sus papeles … su bolso … su boli … todo estaba allí … en aquella mesa … al lado del café …
— Como lo hiciste ?!!
— Soy mágica … te lo dije …
Ahora reían los dos …
— Y tu a que te dedicas, Sara?
— Soy hechicera.
— Claro … no sé porque pregunté …
— En serio!
— Sin dudas eres divertida.
— Te gusta café con hielo?
— Si. Mucho … no me gusta café caliente …
— Es lo que tienes delante de ti.
Joel miró su café … tenía una piedra de hielo …
— Convencido?!
— Y que más sabes hacer?
— Soy una hechicera blanca … solo hago cosas que no perjudiquen a nadie …
Ahora era él quien se divertía …
— Lo paso bien contigo …
— Me suelen decir eso.
— Y también te suelen decir que eres muy guapa?
— Si. También.
— Siento mucho mi falta de originalidad.
— Tu eres diferente.
— Ahh!!! Si !?!?!!!
— Si. Por eso te he dado la llave.
— Llave?! Que llave ?!!!?
— La frase del avión … es la llave … solo no esperaba que fueses tan decidido …
— Que hay del otro lado de la puerta?
— Un mundo mágico.
Joel ya no reía.
— Diferente de este?
— Si. Muy diferente.
— Mejor?
— Eso depende de cada uno …
— Parece interesante.
— Tu tienes la capacidad de sobrevivir en él … pero ojo … piensa bien … si entras en el portal … no hay camino de regreso.
— No puedo volver ?!!!
— No.
— Y tu vives ahí?
— Si.
— Pues me parece cada vez más interesante …
— En serio, Joel … piensa bien … antes …
Instintivamente miró en la dirección de la puerta … fueron unos pocos segundos … después le iba a decir algo … pero ella ya no estaba … había desaparecido de nuevo.
Joel quedó parado …
De que iba todo aquello?!! Pero la mirada de Sara no se le iba de la cabeza …
Recogió sus cosas, pagó el café y fue caminando en dirección al arbusto … ni señal de la puerta …
Se acordó de las palabras de Sara:
“— Tu tienes la llave.”
Buscó en el bolsillo el pequeño avión y recordó la frase.
De nuevo contó los pasos en dirección del portón … de nuevo llegó junto al arbusto … lo esquivó ligeramente … ahora si, estaba la puerta …
Estiró el brazo … pero se detuvo … Sara le había dicho que no podría volver al cruzar …
Sentía muchas ganas de irse con ella … pero … de repente se acordó de sus padres … de sus amigos … de sus escritos … de … … miró hacia atrás buscando a Sara … pero no había nadie …
— Perdió algo, señor?
Era uno de los vigilantes del parque.
— No. No. me pareció ver un animal …
— Es posible … hay muchos por aquí … tenga usted un buen día.
— Igualmente.
Volvió a mirar la planta … la puerta ya no estaba … volvió a mirar el papel del avión … estaba en blanco … no había nada escrito … comprendió … había dejado pasar su oportunidad.
Lo tomó con tranquilidad … al final, por peor que sea la realidad conocida siempre es mejor que un mundo nuevo … pero desconocido …
fin
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