. RUD – EL SÚPER HÉROE SEVILLANO
CAP – 02 – SIN CAMBIOS
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. SEVILLA – 11 HORAS DE LA MAÑANA
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. Los jardines del Prado de San Sebastián empezaban a llenarse de personas, en su mayoría turistas … pero también residentes, que aprovechaban para salir de casa antes de las horas más fuertes de calor.
En la zona infantil un par de niños disfrutaban de una tirolína que el ayuntamiento había instalado hace unos meses …
Entre ellos estaba Sergio, un niño pequeño, demasiado fuerte para su edad.
Su madre lo había dejado jugando mientras iba a solucionar unas gestiones de papeleo en la Plaza de España.
Con sus 8 años, Sergio era un niño responsable … su madre sabía que allí lo encontraría a la vuelta …
Tímido por naturaleza, él seguía disfrutando.
Se acercaron un grupo de chavales, más mayores que él … por la casa de unos 13 o 14 años …
— Mira aquél gordo!
— Eh! Cerdito! Eso es para personas normales … …
Sergio intentó ignorar.
Eh! Tú! Además de gordo eres sordo?
Poco a poco se fueron acercando hasta que uno de ellos se colocó de modo a obstaculizar su paso.
— Dejadme en paz.
— Uuuyy!!! Habla y todo … …
— Sal ya de ahí!
Uno le cogió por un brazo y Sergio se cayó al suelo … pero se levantó de golpe …
— Dejadme en paz … — su voz era ya entrecortada …
— Oooooh! Va a llorar … que pena …
— Hay que darle su merecido …
Lo rodearon … empezaron a golpearle … uno le sujetó por detrás …
Inesperadamente Sergio hizo un movimiento brusco y el chico mayor salió despedido …
Voló unos metros y aterrizó en la tierra ...
Todos se quedaron sorprendidos … Sergio era el primero en no comprender lo que había pasado …
Se acercaron otros dos … Sergio agarró a uno de ellos y lo elevó en el aire … el chico abrió mucho los ojos al sentir que sus pies no tocaban el suelo … con un sencillo movimiento Sergio lo lanzó, aunque no con demasiada fuerza … otro al suelo …
— Que pasa con este crio?!!! — era el mayor del grupo … cogió una piedra y la lanzó en dirección de Sergio.
Este la miró y la piedra se detuvo en el aire … después empezó la trayectoria contraria parando a unos escasos centímetros de la cara del que la había lanzado …
Instintivamente, los chicos se reunieron de nuevo y salieron corriendo por la otra puerta del parque …
— Sergio! Nos vamos?
— Si, mama !!!
— Todo bien?
— Si! Todo muy bien, mamá … — Sergio sonreía … no podría explicar lo que había pasado … pero estuvo muy guay!!!
RECULEMOS CERCA DE MEDIA HORA EN EL TIEMPO
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. Rud seguía sintiéndose raro …
Desde después de tener sus “extrañas habilidades” (leer cap-01) aún no se había encontrado a si mismo …
Siempre ayudado por aquellas voces, que solo él escuchaba, había practicado … pero … todavía no los controlaba … y, más importante … donde … con quien … y en que circunstancias …
Pero intentaba seguir con su vida, lo más normal posible …
Sentado en La Fanática, una terraza en los jardines del Prado de San Sebastián, Rud esperaba a una chica a quien había conocido la noche anterior en una discoteca de la ciudad … habían hecho buenas migas … pero en aquél ambiente era imposible charlar … por eso quedaron en un local más tranquilo … y él ya estaba ahí …
El sonido ambiente le llegaba mezclado … música ambiente, que suavemente salía de los altavoces de la terraza … el chirlear de los pájaros … y, un poco más alejado, el sonido de niños, jugando en el parque infantil … a unos 50 metros …
Le llamó la atención un chiquillo de baja estatura … fuerte … ancho … ahí estaba usando la tirolina … el niño no tendría más que unos 8 años …
Rud cerró los ojos y como que viajó al pasado … con esa edad … el también era así … bajito … gordito … le vinieron a la cabeza los episodios de bulling que había sufrido … todos los días … como, en ese momento, le habían venido bien los poderes que ahora estaba aprendiendo a controlar …
Se dio cuenta de como se acercaba un grupo de chavales … de 12 a 14 años … se dirigieron al pequeño … en poco tiempo vio como lo arrojaban al suelo … pensó … y porque no ayudarle?
Aprovechó la acción del chiquillo al levantarse rápidamente … y, cuando él empujó el opositor lo ayudó con un poco de … fuerza extra … el otro salió disparado … cuando los demás lo rodearon y uno lo cogió por detrás … otra ayudita … el otro levantó los pies del suelo y voló un par de metros … vio como uno de ellos lanzara una piedra al chiquillo … se centró … paró la piedra y la hizo retroceder … cuando ella volvió en sentido contrario la hizo caer a centímetros del que la había lanzado …
No fue necesario más … el grupo de niños salió corriendo …
Rud, sonrío … había ayudado a un niño que él ni conocía y para eso había utilizado sus poderes …
Se sintió feliz cuando el pequeño, acompañado por su madre, pasó delante de su mesa … la mirada firme y segura del niño era notoria …
Al final sus habilidades podrían ser útiles.
— Claro que si. Hay que seguir trabajando … — la voz en su cabeza jamás le abandonaba …
— Lo haré … seguiré entrenando …
Rud pagó su manchado y se levantó … los poderes no solucionaban su vida privada … una vez más lo habían dejado plantado en una cita … todo normal … sin cambios …
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. sigue
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