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DON DESTINO
. Sentado en el primero asiento, siempre su preferido, Juanma dejaba su cuerpo una coreografía, que podría parecer un baile … pero no era más que seguir el balanceo del autobús …
Estaba feliz … su médico de cabecera le había confirmado los resultados de sus últimos testes médicos … después de una amenaza su corazón había vuelto a su normal … solo había sido un susto … y que susto …
Mirando sin mirar la larga ventana volvía a escuchar en su cabeza la risa de felicidad de Patricia, su esposa, cuando por teléfono le contó …
Ahora volvía a casa después de un día en la oficina … pero no se sentía cansado … daría un fuerte abrazo a toda su familia …
— Me puedo sentar?
La voz de aquél hombre le despertó de sus pensamientos … acaba de entrar en la anterior parada y el lugar a su lado estaba libre …
— Claro que si … — lo miró atentamente …
Tenía una apariencia educada … con su traje impoluto y su corbata de acuerdo con la camisa … y … principalmente … una voz cálida y tranquila …
— Perdón por interrumpir su viaje interior …
Uauuu!!! Que poético … le caía bien …
— No pasa nada …
— Me presento … soy DEST! — le estiró la mano para saludarle …
— Un placer! — le apretó la mano — soy Juanma … — el saludo fue suave y como que le transmitió una energía muy positiva …
— De regreso a casa?
— Pues si … — el hombre le hablaba sin mirarlo … un poco raro … pero no le dio más importancia … — ese nombre …
— DEST? De que país es?!!!
— No tengo país …
— Ah! Eres de esos “ciudadanos del mundo” ?!!! — si que parecía raro …
— Más o menos … la verdad es que DEST es un diminutivo …
— Ah! Vale … entonces el nombre completo es …
— DESTINO.
Juanma se quedó mirando aquella sobria figura … quien, en su verdadero juicio pondría a un hijo suyo ese nombre?
— No he tenido padres …
Como sabía aquél hombre lo que estaba pensando?
— Si … sé lo que estás pensando … sé todo de ti … soy tu destino …
Ahora no tenía dudas … era raro … más que eso … si no fuese la tranquilidad de su mirada y lo suave de su voz … diría que estaba loco …
— Es normal que pienses que estoy loco … es una reacción normal … pero estoy aquí por ti …
— Por mí?!!! Que quieres de mí?!!!
— Vengo para llevarte conmigo … está llegando tu hora …
Que locura … ahora que el medico le había dado tan buenas noticias … venía este tío amargarle el día …
— Los médicos se pueden equivocar …
Olin! Además le leía el pensamiento …
— Mira, DEST o sea como sea que te llames … no voy a ir contigo ni con nadie a ninguno sitio … yo me voy a mi casa …
— No volverás a entrar en tu casa.
Que tontería … no tenía porque suportar aquello … faltaban dos paradas para llegar … saldría ya y lo dejaría ahí …
Se levantó rápidamente y salió del autobús …
Se quedó mirando como se iba … y también confirmando que aquel hombre siniestro seguía en él.
Estaba solo … le quedaban cerca de dos kilómetros hasta casa … se puso a camino.
Caminaba a paso rápido , pasaría por la Torre del Oro y cruzaría el puente …
Un zumbido llamó su atención … parecía venir de arriba … levantó la mirada … la farola que estaba exactamente por arriba echaba chispas …
Instintivamente dio tres pasos al lado … en ese mismo instante la bombilla explotó y toda el suporte cayo … exactamente en el punto donde había estado a escasos segundos … uffff! Por poco … se acordó de DEST … bueno … a creer en lo que le había dicho … y si esto era un nuevo intento … Juanma – 2 Dest – 0 …
Volvió a caminar …
El Guadalquivir estaba tranquilo y oscuro, aquella hora … iba cruzando el puente y mirando las luces de la calle Betis que se reflejaban en el rio …
Casi llegaba a la Plaza de Cuba cuando escuchó la fuerte aceleración de un coche … venía de la Av. Virgen de Lujan … hizo la glorieta completamente desgobernado … chocó contra el borde de la acera y salió volando … en su dirección …
Una vez más su instinto lo defendió … corrió un par de metros y se refugió detrás del quiosco que estaba ahí … el coche pasó a centímetros y paró de encuentro al muro … atónito el conductor del vehículo le miraba …
— Estás bien?!
— Si … y usted?
— Bien! Que ha pasado?
— No lo sé … de repente el coche se volvió loco acelerando … los frenos no funcionaran … sentí que no lo controlaba …
Decidió seguir su camino … ya estaba a unos 300 metros de casa …
Una secuencia derecha izquierda por las calles de Triana y avistó su hogar.
Patricia estaba a la ventana, estaba también feliz …
A pocos metros se abrió la puerta y ella se lazó en sus brazos …
— Hola mi amor … te echaba de menos …
— Hola cariño … que linda estás … te amo …
El abrazo fue apretado … sentido … como se el mundo parase allí mismo … de repente las luces de la calle aumentaran su intensidad … se sentía leve … que raro! Era como se estuviese fuera de su cuerpo y se pudiese ver a si mismo … estaba caído en el suelo … Patricia gritaba y llamaba por ayuda …
No entendía lo que pasaba … llegó más gente …
— Comprendes ahora?!
Aquella voz … miró en su dirección … era de nuevo el hombre … DEST …
— Tu?!!!
— Si. Yo. Te he dicho que había venido por ti!
— Pero … que ha pasado?
— Tu corazón … paró … infarto fulminante …
— Porque no te quedaste conmigo en el autobús?
— Pensabas con mucho amor en tu esposa … decidí que podía permitir una despedida …
Juanma no sabía que pensar …
— Vamos!?
— Donde vamos?!!!!
— Ven! Te están esperando.
fin